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- Autor, Omaima Al-Shazly
- Role, BBC árabe – El Cairo
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Hace 36 minutos
Seis personas murieron y al menos otras diecisiete resultaron heridas, muchas de ellas en estado grave, en un ataque con disparos y puñaladas en la ciudad costera de Jaffa, situada en el municipio de Tel Aviv, el martes por la noche.
La muerte de la séptima víctima se anunció pocas horas después del ataque, según el periódico israelí Haaretz.
La policía israelí dijo que el ataque se produjo cerca de la estación de tren ligero de la calle Jerusalén de la ciudad de Jaffa, en lo que los periódicos israelíes describieron como “uno de los ataques más violentos” de los últimos años.
El portavoz de la policía israelí Dean Elsdoni dijo que los informes iniciales indicaron que dos atacantes llegaron al lugar del incidente, “donde saltaron a un tren ligero”. En el tren comenzaron a disparar contra civiles”.
Los medios israelíes dicen que dos atacantes, vestidos de negro, fueron vistos saliendo de un tren de pasajeros, uno de ellos empuñando un rifle, y abrieron fuego contra los transeúntes, antes de ser atacados por las balas de un transeúnte y un guardia de seguridad.
Un alto oficial de policía dijo que las cámaras de vigilancia muestran que los dos atacantes salieron de una mezquita cercana, atacaron a los transeúntes en la calle Jerusalén y mataron a dos, luego al menos uno de ellos subió al vagón del tren ligero y mató a cuatro pasajeros antes de irse.
Según la policía, los dos atacantes recibieron disparos en la calle.
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“Una mujer salió gritando del tren ligero. Inmediatamente después vi gente herida”, dijo Mohammed, un vendedor de flores que presenció el ataque, añadiendo que fue un “día triste y difícil”.
Benjamin Ratzon dijo a la agencia de noticias Reuters: “La gente estaba en el suelo y me pidieron que me inclinara.
Y añadió: “Vi al terrorista enfrentándose a mí. Quería hacer algo y las fuerzas de seguridad llegaron al lugar y corrieron hacia él”.
Otro testigo dijo al Jerusalem Post que inicialmente confundieron el tiroteo con fuegos artificiales, antes de darse cuenta de que “era algo mucho peor”.
Y añadió: “Hubo muchos disparos. Caímos al suelo y la gente lloraba. Vi a alguien sangrando en el suelo”.
El dueño de una tienda dijo que cerró rápidamente la puerta de su tienda cuando vio “una multitud de personas corriendo y gritando: ‘¡Ataque terrorista!’”.
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Imágenes publicadas en las redes sociales mostraron cuerpos inmóviles esparcidos en la calle.
La policía israelí dijo que los autores del ataque eran residentes de los territorios palestinos. Uno de ellos murió, mientras que el otro se encuentra en el hospital en estado grave.
El periódico Times of Israel informó que identificó a los autores del ataque y dijo que eran dos jóvenes llamados Muhammad Khalaf Saher Rajab y Hassan Muhammad Hassan Tamimi, ambos palestinos de la ciudad de Hebrón en la ocupada Cisjordania.
El comandante del distrito de Tel Aviv, Haim Surgrove, dijo que la policía descartó la presencia de atacantes adicionales después de que grandes fuerzas policiales y del ejército israelí realizaron búsquedas a gran escala en la zona.
El servicio de ambulancia Magen David Adom dijo que los paramédicos prestaron sus servicios en el lugar a varias personas heridas con diversos grados de lesiones, incluidas algunas que perdieron el conocimiento.
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El comisionado general de la policía israelí, Daniel Levy, visitó el lugar del accidente y dijo a los periodistas que la policía estaba “lidiando con un incidente grave”.
Agregó que la policía no tenía información de inteligencia previa sobre el ataque.
Grandes fuerzas policiales y la unidad antiterrorista del ejército israelí llevaron a cabo registros en la zona y allanaron la mezquita de donde salieron los atacantes. Muchas de las personas presentes fueron arrestadas como sospechosas de estar involucradas en el ataque.
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A raíz del ataque, el Ministro de Finanzas de línea dura de Israel, Bezalel Smotrich, dijo que exigiría en el Gabinete que los familiares de los sospechosos fueran deportados a Gaza y sus casas demolidas.
Añadió que recomendaría que esto ocurriera “sin el Tribunal Superior de Justicia y sin B’Tselem”, en referencia a la organización israelí de derechos humanos.
El ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, elogió la respuesta de los residentes y de las autoridades israelíes y calificó el incidente de “extremadamente difícil”.
Pidió la necesidad de cerrar la mezquita de donde salieron los atacantes, diciendo: “Si queda claro que la mezquita tiene una conexión, el mensaje es claro: debe ser cerrada y demolida”.
El ataque se produjo unos 40 minutos antes de que sonaran las sirenas en Jaffa debido al bombardeo de misiles lanzados desde Irán.
Al sonar las sirenas, muchos agentes de policía se refugiaron en los refugios de edificios cercanos, lo que provocó la suspensión de las búsquedas en la zona.
El comisionado de policía Danny Levy, que llegó al lugar, también entró en un edificio y continuó liderando las fuerzas desde el interior hasta que las sirenas se detuvieron.
La policía escribió una publicación en X en la que explicaba que estaban peinando la zona en busca de amenazas adicionales, junto con el ataque con misiles iraní.
