Desde que el pasado 22 de diciembre regresó el Atlético de Madrid a los entrenamientos ha venido realizando un auténtico casting el cuerpo técnico colchonero para la banda derecha. Las opciones eran claras. Nahuel Molina, Marcos Llorente y Giuliano Simeone eran los tres opositores a las dos posiciones que hay en el carril y el resultado parece claro. El canterano y el chico talismán en la racha de resultados que está consiguiendo el equipo en los últimos meses parece haberse hecho un hueco importante.
Y es que el pequeño de los Simeón se mantendrá la zona donde tan buen rendimiento ha dado. Y es que en los últimos trece triunfos, juliano ha participado en todos menos en el del choque contra el Cacereño. Además, en LaLiga sólo fue suplente contra el Alavés pero salió en la segunda mitad para ser fundamental en la remontada final. También fue clave en el encuentro ante el Leganés con una asistencia y frente a Las Palmas con su primer gol de la temporada.
Gracias a su mentalidad, ambición y capacidad de entrega, juliano ha silenciado todas las opiniones que dudaban sobre su rendimiento y se ha convertido en un futbolista fundamental en este Atlético. Ya es uno más en la plantilla rojiblanca y ha superado el millar de minutos oficiales dejando muy atrás los 719 que jugó la pasada campaña con la camiseta del Alavés.
Activo en defensa
Pero lo mucho que aporta en ataque no es lo único que se destaca en juliano. Sus carreras por la banda, llegadas hasta la línea de fondo, manera de romper líneas o asistencias están acompañadas de unas tareas sin balón que son oro para el equipo. Es el primero en cerrar su banda y ayudar al lateral tal y como demuestra el hecho de que suma 31 duelos ganados en el actual campeonato liguero.
De esta forma, juliano sólo ha necesitado media campaña para demostrar que está capacitado para cumplir su sueño.
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