Un treintañero pierde la vida en un incendio provocado por una colilla en Montérégie

Un incendio se cobró la vida de un treintañero que fue encontrado el domingo en Montérégie en su casa sin alarma de humo.

“Por el precio que cuesta, se necesita un detector de humo”, resume Christian Poulin, jefe de operaciones del servicio de seguridad contra incendios de Salaberry-de-Valleyfield.

Fue en esta ciudad, el domingo, hacia las 10 horas, donde los servicios de emergencia fueron llamados a una residencia de la calle Saint-Lambert.

En el lugar descubrieron el cuerpo de Martin Vincent, cuya identidad fue confirmada el lunes por la oficina forense.

El hombre de 39 años trabajaba en una empresa de carpintería en Salaberry-de-Valleyfield.

“El ocupante del local fue encontrado inconsciente y declarado muerto en el lugar”, afirmó Audrey-Anne Bilodeau, portavoz de la Sûreté du Québec.

Según el Sr. Poulin, la víctima murió uno o dos días antes al iniciarse un incendio que se extinguió por falta de oxígeno. La causa sería una colilla de cigarrillo caída sobre un sofá.

“Se podría pensar que la persona estaba durmiendo y habría muerto a causa del humo. Ella hubiera querido levantarse y se hubiera caído por falta de oxígeno en el hogar”, sostiene.

Sin embargo, las circunstancias de la muerte son objeto de investigaciones por parte de la división de delitos graves de la Sûreté du Québec y de la oficina forense.

Esta tragedia nos recuerda la importancia de tener una alarma de humo que funcione, un dispositivo obligatorio en todos los hogares. “Salva vidas”, dice Poulin.