Prensa Heba
Después de que los fuertes vientos que alimentaron los incendios forestales en Los Ángeles se calmaran ayer por la tarde, los bomberos dieron un suspiro de alivio, pero un cambio notable en la dirección del fuego requirió la emisión de nuevas órdenes de evacuación.
El condado de Los Ángeles se enfrenta actualmente a seis incendios forestales simultáneos desde el martes pasado, que han matado al menos a 11 personas y han destruido unas diez mil estructuras. Se espera que estas pérdidas aumenten a medida que se reanuden las inspecciones de los bomberos cuando las condiciones lo permitan.
Los Angeles Times informó que el incendio Palisades en el lado oeste de la ciudad había cambiado de dirección, lo que provocó una orden de evacuación que cubría gran parte del vecindario de Brentwood y las estribaciones del Valle de San Fernando.
El jefe de bomberos confirmó que el incendio en Palisades aumentó en llamas en la parte este y continuó avanzando hacia el noreste. Antes del cambio, los bomberos habían logrado algunos avances en la lucha contra los incendios Palisades y Eaton en las zonas este de la ciudad.
A pesar de los intentos de controlar los incendios por parte de cientos de bomberos, la tasa de contención del incendio de Palisades no superó el 8% y el incendio de Eaton fue del 3%. Los incendios continúan arrasando vastas extensiones de tierra estimadas en unas 35.000 hectáreas, o dos veces y media la superficie de Manhattan.
