Mangione, de 26 años, estaba esposado y sentado en una sala del tribunal de Manhattan cuando se inclinó hacia un micrófono para grabar su declaración. El fiscal lo acusó formalmente la semana pasada de varios cargos de asesinato, incluido asesinato como acto de terrorismo.
Su comparecencia inicial ante el tribunal de magistrados del estado de Nueva York fue anticipada por los fiscales federales, que presentaron sus propios cargos por el tiroteo. Los cargos federales podrían conllevar la pena de muerte, mientras que la sentencia máxima por los cargos estatales es cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Los fiscales dijeron que los dos casos se desarrollarían en paralelo y que los cargos estatales se juzgarían primero.
Las autoridades alegan que Mangione disparó y mató a Brian Thompson cuando se dirigía a una conferencia de inversores en el centro de Manhattan en la mañana del 4 de diciembre.
Según un abogado que representa a Mangione, funcionarios del gobierno, incluido el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, convirtieron a su cliente en un peón político, privándolo de sus derechos como acusado.
“Estoy muy preocupada por el derecho de mi cliente a un juicio justo”, dijo Karen Friedman Agnifilo.
El alcalde de la ciudad y un alto funcionario de policía se encontraban en medio de una multitud de agentes fuertemente armados el jueves pasado cuando Mangione fue transportado a un helipuerto de Manhattan y escoltado lentamente hasta un muelle después de ser extraditado de Pensilvania.
“Quería mirarlo a los ojos y decirle que había llevado a cabo un acto terrorista en mi ciudad, la ciudad que ama la gente de Nueva York”, dijo el alcalde Adams a una estación de televisión local.
Friedman Agnifilo acusó a los fiscales federales y estatales de proponer teorías jurídicas contradictorias y calificó su enfoque confuso y muy inusual. “Aquí lo tratan como una pelota de ping-pong humana entre jurisdicciones en guerra”, denunció el lunes.
El juez Gregory Carro respondió que tiene poco control sobre lo que sucede fuera de la sala del tribunal, pero que puede garantizar que Mangione recibirá un juicio justo.
Luigi Mangione, de 26 años, fue acusado del asesinato de Brian Thompson, quien dirigía la compañía de seguros médicos más grande de Estados Unidos. (Benjamín B. Braun/Archives Associated Press)
Mangione fue arrestado en un McDonald’s de Pensilvania después de una búsqueda de cinco días y portaba un arma que coincidía con la utilizada en el tiroteo, dijo la policía. También tenía una tarjeta de identificación falsa y una libreta en la que expresaba hostilidad hacia la industria de seguros médicos y particularmente hacia los ejecutivos ricos, según los fiscales federales.
En una conferencia de prensa en la que se anunciaron los cargos del estado el martes pasado, el fiscal Alvin Bragg dijo que la aplicación de la ley contra el terrorismo reflejaba la gravedad de un “asesinato aterrador, bien planificado y dirigido que tenía como objetivo causar conmoción, atención e intimidación”.
“En sus términos más básicos, se trataba de un asesinato cuyo objetivo era inspirar terror”, añadió. Y vimos esa reacción”.
Mangione se encuentra recluido en una prisión federal de Brooklyn junto con otros acusados de alto perfil, incluidos Sean “Diddy” Combs y Sam Bankman-Fried.
Mangione fue extraditado de Pensilvania el jueves pasado y rápidamente trasladado en avión a Nueva York, donde fue visto vistiendo un mono naranja.
Nacido en una familia prominente de Maryland, Mangione parece haber quedado aislado de su familia y amigos en los últimos meses. Con frecuencia publicaba en foros en línea sobre sus problemas de espalda. Nunca fue cliente de UnitedHealthcare, según la aseguradora.
Brian Thompson, casado y padre de dos estudiantes de secundaria, trabajó durante 20 años para el gigante UnitedHealth Group y se convirtió en director ejecutivo de su división de seguros en 2021.
El asesinato llevó a algunas personas a expresar resentimiento hacia las aseguradoras de salud estadounidenses, y Mangione actuó como portavoz de las frustraciones por las denegaciones de cobertura y las grandes facturas médicas. También provocó conmociones en el mundo empresarial, sacudiendo a los líderes que dicen haber recibido un aumento en las amenazas.
