Tan pronto como tome posesión el 20 de enero, “firmaré decretos para poner fin a la mutilación sexual de niños, excluiré a las personas transgénero del ejército y de las escuelas primarias, colegios y universidades”, insistió el próximo presidente estadounidense.
“La política oficial de Estados Unidos será que sólo haya dos géneros, hombre y mujer”, prosiguió el vencedor de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre ante una multitud de jóvenes conservadores reunidos en Phoenix, en el suroeste del país.
Los tratamientos médicos para que menores cambien de género o el acceso de mujeres transgénero a competiciones deportivas femeninas son temas candentes en un Estados Unidos polarizado.
Durante la campaña electoral, el multimillonario republicano blandió el espantapájaros de lo que el campo conservador considera el dictado del “wokismo” y el pensamiento derechista.
Los republicanos se oponen a los derechos LGBT+ en los estados que controlan y, en el Congreso de Estados Unidos, los funcionarios electos de derecha querían bloquear el acceso a los baños de mujeres en el Capitolio para la primera mujer transgénero elegida a la Cámara, Sarah McBride, en noviembre.
“El wokismo debe parar”, volvió a decir el republicano ante el aplauso de la multitud.
“Día de la Liberación”
Donald Trump, que se convertirá el 20 de enero en el 47º presidente de Estados Unidos tras derrotar a la demócrata Kamala Harris, también redobló sus ataques el domingo en Phoenix sobre la inmigración, otro de los temas favoritos durante su campaña.
Ese día, prometió: “Firmaré una serie de decretos para cerrar nuestra frontera a los inmigrantes ilegales y detener la invasión de nuestro país. Y el mismo día comenzaremos la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos”.
“El 20 de enero será verdaderamente el día de la liberación en Estados Unidos”, afirmó durante este evento organizado por Turning Point USA, una organización fundada por el polemista de extrema derecha Charlie Kirk, apoyo de Donald Trump.
En su discurso de más de una hora -al estilo de sus mítines de campaña-, el ex y futuro presidente vinculó sus prioridades para su próximo mandato, que promete como una “edad de oro”, e insistió en la rapidez con la que quiere implementar sus reformas.
Sin mencionar las largas negociaciones políticas que evitaron el sábado una parálisis del Gobierno federal estadounidense en el último minuto, reiteró también sus prioridades en materia de política exterior.
“Terminaré la guerra en Ucrania, detendré el caos en Medio Oriente y evitaré, lo prometo, la Tercera Guerra Mundial”, declaró Donald Trump, sin dar detalles sobre cómo lo lograría.
También reiteró sus amenazas de la víspera sobre el Canal de Panamá, acusando a las autoridades panameñas que lo controlan íntegramente desde 1999 de no tratar “justamente” a los barcos estadounidenses.
Si esto no cambia, tronó el ex magnate inmobiliario, “exigiremos que el Canal de Panamá sea devuelto inmediatamente a Estados Unidos”.