En los albores del nuevo año 2025, los acontecimientos avanzan a un ritmo “frenético” nunca antes experimentado. Además de la región de Oriente Medio, donde los acontecimientos actuales siguen trayendo su cuota de dramas y tragedias, son los países miembros de la Unión Europea los que parecen estar afrontando reestructuraciones políticas aparentemente suaves, pero con graves consecuencias para el futuro del Viejo Continente. Continente, abiertamente llamado por Washington a limitarse a su papel de satélite al servicio del Tío Sam. Principal palanca sobre la que Donald Trump empezó a presionar para anunciar la supremacía yanqui un mes antes de la suya. toma de posesión: suministro de gas a la Unión Europea. El regreso de Donald Trump al poder probablemente cambiará radicalmente las reglas que rigen el mercado energético global en beneficio exclusivo de los “tomadores de decisiones” estadounidenses para controlar mejor la imagen de fondo que los estadounidenses ven las 24 horas del día, los 7 días de la semana y que muestra a Estados Unidos y sólo a Estados Unidos, porque para. el resto, sólo son agujeros negros que conducen al sol, a Marte, al petróleo y al “techo” de la humanidad. No se trata de una ficción política, sino de una prueba de fuerza y un enfrentamiento comercial que el presidente estadounidense pretende imponer a todos, incluidos los principales socios de Estados Unidos. Los hidrocarburos son la palanca que pretende utilizar para reducir el déficit comercial de su país respecto a la UE en el comercio de mercancías. Un déficit que asciende a 155,8 mil millones de dólares. ¿Tendrá esta nueva situación consecuencias para los suministros de gas argelino a los países de la Unión Europea? Argelia se convirtió en octubre pasado en el principal proveedor de gas de la UE, con exportaciones por valor de 1.300 millones de euros durante el mismo mes, o el 21% de las importaciones totales de este espacio. A Argelia le siguen Rusia, Estados Unidos, Noruega y Azerbaiyán. Está conectado con Europa por dos gasoductos (a España e Italia). Donald Trump ya advirtió a los líderes de la Unión Europea, presentándoles un hecho consumado. ¿Comprará este último, bajo la presión estadounidense, menos gas argelino? El escenario es posible tras las amenazas del futuro presidente estadounidense de imponer impuestos aduaneros muy elevados a las mercancías procedentes de la UE, al igual que China, Canadá y México. Decidida a liberarse definitivamente de la dependencia del gas ruso, la UE ciertamente se someterá a las exigencias estadounidenses, pero sus enormes necesidades energéticas respaldarán a largo plazo sus contratos de suministro con el socio argelino. “No debería haber un impacto considerable en las exportaciones argelinas de gas natural a través de gasoductos. Si Europa aumentara sus compras a Estados Unidos, sería GNL adicional”, según la TSA. Según este medio, los mayores clientes europeos de GNL argelino dentro de la Unión Europea son Francia (1,5 millones de toneladas), Italia y España (950.000 toneladas cada uno) en el primer semestre de 2024. El primer cliente europeo de Argelia no es un país de la UE. Se trata de Turquía (2,17 millones de toneladas durante el mismo período), precisa la misma fuente.
Resumen de MM