“No todos los días me llama un notario para decirme que la ciudad va a recibir una herencia”, recuerda Jean Dionis du Séjour, alcalde de Agen. Menos aún una mansión privada entre las más notables de Agen, el Hôtel Escouloubre, legado por Marie-Rose Françoise Couffignal, viuda de Jean-Louis Henri Couderc, una familia que hizo fortuna, entre otras cosas, con la porcelana.
Hoy surge la pregunta: ¿qué hacer con este edificio de la calle Lacépède? El primer instinto fue abrirlo al público, durante las Jornadas del Patrimonio, en 2023, año del legado. Muchos Agenais pudieron disfrutar del lugar, descubrir el tapiz de Aubusson en una de las salas, las esculturas y el parque con árboles centenarios.
grupo de trabajo
El futuro de esta antigua mansión no está claro. Esto no es tan evidente como en el caso de otras herencias hechas a la ciudad: los cuadros de Goya, legados por el conde Chaudordy y las obras impresionistas, ofrecidas por el doctor Louis Brocq. “Pero la ciudad se plantea esta cuestión del futuro del patrimonio para todos sus edificios, desde el McDonald au Pin hasta la casa de carácter de la calle Louis-Vincent que alberga el centro de día”, especifica el alcalde.
Cuando se elaboró el último presupuesto, se creó un grupo de trabajo para pensar en el futuro de este inmueble de 2.700 m². ¿Debería transformarse? ¿Abrirlo a los Agenais? Una opción seriamente considerada es también el traslado, “en cumplimiento de la última voluntad de la señora Couderc de rendir homenaje a la memoria de sus padres”, precisaron entonces los cargos electos. Se esperaría casi un millón de euros.
Por ello, el municipio encargó el proyecto a una empresa especializada, Ernst & Jung. “Se han estudiado todas las vías, este hotel de Escouloubre, le prestaremos mucha atención”. El grupo de trabajo ya ha presentado su informe. “Hay que examinarlo y es todo el Concejo Municipal el que tomará la decisión”, dice cauteloso el alcalde.