El viernes, el portal de noticias Watson anunció que cerraría sus cuentas francesa y alemana en X. Explicó su decisión por la “falta de moderación y de verificación de datos en la plataforma”. Y lamentar que, desde hace varios meses, X “ha reducido cada vez más sus esfuerzos para garantizar una base fáctica sólida”.
El Instituto Federal de Investigación sobre Bosques, Nieve y Paisaje (WSL) y el Instituto de Investigación sobre Nieve y Avalanchas (SLF) también abandonaron X para refugiarse en la red social Bluesky. La Estación Ornitológica Suiza de Sempach (LU) también ha cesado su actividad en el antiguo Twitter.
En el mundo político, la consejera federal Elisabeth Baume-Schneider es actualmente una excepción. Ella prefiere Threads, la alternativa creada por el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg. Por el contrario, la presidenta de la Confederación, Karin Keller-Sutter, acaba de abrir una cuenta en X.
Fuertes críticas
En Alemania, más de 60 universidades e institutos de investigación anunciaron recientemente su retirada de la red social. “Los valores que promueven la diversidad, la libertad y la ciencia ya no están presentes en la plataforma”, lamentaron en un comunicado conjunto.
X y Elon Musk están acusados, en particular, de difundir mensajes de odio y desinformación. A través de comentarios publicados en X, el multimillonario estadounidense, que se convirtió en aliado y partidario financiero de Donald Trump, interfirió en la política interna de varios países europeos.
En particular, pidió votar por el partido alemán de extrema derecha AfD en las elecciones anticipadas del 23 de febrero y habló en directo con su líder Alice Weidel.
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