La redacción de “Barlamane.com”
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17:32 – 20 de diciembre de 2024
China, que enfrenta un entorno cada vez más proteccionista en Europa y Estados Unidos, está examinando nuevos enfoques para acceder a los mercados occidentales. Las políticas del Pacto Verde de la Unión Europea y la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de EE. UU., destinadas a apoyar a las industrias locales, representan una seria amenaza para la exportación de vehículos eléctricos chinos. En 2023, China exportó 1,2 millones de vehículos eléctricos, pero Bruselas aprobó recientemente un impuesto del 35,3% y Estados Unidos aumentó sus gravámenes al 100%. Estas medidas corren el riesgo de aumentar significativamente los precios para los consumidores y al mismo tiempo reducir la rentabilidad de las exportaciones chinas.
Frente a estas realidades, China avanza hacia una filosofía alternativa. Beijing considera ahora a Marruecos como un centro estratégico para su industria de vehículos eléctricos en 2025. El reino tiene las mayores reservas de fosfato del mundo, un componente clave en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos. El cambio de baterías de iones de litio a baterías de fosfato de hierro y litio (LFP, por sus siglas en inglés), más baratas y seguras, confirma la importancia del reino en los planes futuros de China.
Marruecos también se beneficia de acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y Estados Unidos, lo que refuerza su papel en la cadena de valor mundial de los vehículos eléctricos. Estos acuerdos permiten abordar las nuevas barreras comerciales impuestas por Europa y Estados Unidos, al tiempo que promueven las inversiones extranjeras.
Marruecos examina sus asociaciones
En este contexto, las empresas chinas ya han comenzado a establecerse en Marruecos. Se han anunciado varias fábricas de baterías para vehículos eléctricos. Al mismo tiempo, empresas de ingeniería chinas participan en proyectos de infraestructuras en Marruecos, como la modernización de la actual red ferroviaria. Sobre todo, Pekín quiere reducir los costes logísticos y garantizar una mejor accesibilidad a los principales mercados mundiales.
Marruecos, aunque busca diversificar sus relaciones económicas y aprovechar las perspectivas que ofrece China, sigue apegado a una política exterior independiente y a vínculos sólidos con sus socios tradicionales, en particular Francia. Para China, Marruecos representa un punto de anclaje estratégico en la carrera por dominar el mercado mundial de vehículos eléctricos. Sin embargo, esta estrategia conlleva riesgos. Las fluctuaciones económicas y políticas, la evolución de las relaciones internacionales y la competencia cada vez más feroz en la industria de los vehículos eléctricos son factores que podrían plantear desafíos para este ambicioso proyecto.
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