Es hora de hacer balance del pase Cultura. En un informe publicado este martes, el Tribunal de Cuentas examina el sistema destinado a democratizar las prácticas culturales entre los jóvenes de 15 a 18 años. La medida deseada por Emmanuel Macron que permite a todos los jóvenes de 18 años beneficiarse de una dotación de 300 euros para cultivar no cumpliría del todo su objetivo según este informe.
Si el 84% de los jóvenes de 18 años utilizan el pase Cultura, el sistema “no ha logrado llegar del todo a los jóvenes más alejados de la oferta cultural”, indicó el primer presidente del Tribunal de Cuentas, Pierre Moscovici, señalando que las barreras para acceder El acceso a la cultura “no es sólo financiero”.
Así, quienes no lo utilizan corresponden a “los públicos menos familiarizados con las prácticas culturales”, precisa la institución en un informe. Por ejemplo, entre los jóvenes cuyos padres son trabajadores o empleados, “sólo el 68% tiene activado su pase”.
“Una intensificación de prácticas culturales ya consolidadas”
Y entre quienes lo utilizan, el gasto no siempre coincide con las expectativas. Debido a la falta de “controles”, 16 millones de euros se destinaron también a los “juegos de escape”, afirmó Pierre Moscovici. Tras un pedido del Ministerio de Cultura, estas actividades ya no se benefician del mismo, precisó.
Entre el 42% y el 55% de los importes gastados cada trimestre corresponden a la compra de libros. Si bien las entradas para conciertos o cine también son populares, “sólo el 7% de los jóvenes ha reservado por término medio al menos una vez un espectáculo en directo distinto del musical (teatro, danza, circo, etc.)”, señala el Tribunal. Según ella, “el principal impacto del pase Cultura (…) se traduce en una intensificación de prácticas culturales ya consolidadas”.
El Tribunal de Cuentas lamenta, sin embargo, la falta de un estudio sobre las prácticas de los jóvenes antes de la concesión del pase que hubiera facilitado su evaluación. El ministerio y la empresa que gestiona el sistema anunciaron que se implementarán cuestionarios obligatorios para obtenerlo.
Una “reestructuración presupuestaria” es “indispensable”, estima el Tribunal, mientras que los gastos presupuestarios relacionados con el pase aumentaron de 93 millones de euros en 2021 a 244 millones de euros en 2024, o 2,6 veces más. A esta cantidad se suman los 80 millones de euros que corresponden a la parte colectiva del pase, financiado por el Ministerio de Educación Nacional y dedicado a los centros educativos.
Reformas anunciadas por el ministerio
También se suponía que el pase estaría respaldado por ingresos del sector privado. Sin embargo, está financiado casi en su totalidad por el Estado y gestionado por una empresa privada. Esta paradoja requiere un “repensamiento de la gobernanza” del Tribunal, para permitir una “mejor gestión del sistema” y “mejor información para el Parlamento y los ciudadanos”.
Sin embargo, el Tribunal acogió favorablemente la voluntad anunciada por la ministra dimisionaria de Cultura, Rachida Dati, de reformar el pase. En un artículo publicado en octubre en el periódico Le Monde, afirmó que quería dar “más a los jóvenes de medios modestos, sin descuidar a las clases medias”, y poner fin a la total libertad de los beneficiarios para reservar parte de la dotación. para reservas de espectáculos en vivo.
Para corregir esta situación, el Tribunal sugiere reducir la dotación en función de criterios sociales o del cociente familiar para limitar un “efecto inesperado” que beneficie a los jóvenes que ya tienen un alto capital cultural o financiero. La empresa SAS Pass Culture, que gestiona el sistema, también debería transformarse en operador estatal, según la institución.
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