Dependiente del mercado de la Fórmula 1, el industrial Pyromeral Systems invierte 10 millones de euros en sus dos instalaciones situadas en Oise, con vistas a diversificar su cartera de clientes. Este fabricante de piezas compuestas cerámicas, con sede en Barbery (Oise), se dirige a dos sectores: la defensa y los taxis voladores.
Con este plan de inversiones, Pyromeral Systems pretende pasar de unos sesenta empleados a 80 en tres años y cuenta con una facturación que pasará de 8 millones a 15 millones de euros. “Hace unos años, la Fórmula 1 representaba el 90% de nuestro negocio. Desde el año pasado, la defensa ha alcanzado el 45%, los taxis voladores representan entre el 5 y el 10%. Nos gustaría que cada mercado representara un tercio de la facturación”. próximos años”, apunta Guillaume Jandin, director de Pyromeral Systems.
Un plan de inversiones hasta 2028
Pyromeral Systems, históricamente especializada en la filtración de aire caliente para las industrias nuclear y farmacéutica, desarrolló una nueva tecnología en la década de 2000: compuestos cerámicos resistentes a las altas temperaturas y al fuego. Esta tecnología encontró su mercado por primera vez en el ámbito del automovilismo, en particular en la Fórmula 1. “Trabajamos en este sector desde hace 20 años”, informa el gerente, “la idea es sustituir el metal por nuestros composites, que fabrican una protección térmica alrededor los sistemas de freno, escape y turbo.
Para asegurar su actividad, ante un mercado de Fórmula 1 con regulaciones fluctuantes, el industrial busca ahora otras salidas. Lanzado en 2024 y ejecutado hasta 2028, el plan de inversión de 10 millones en las dos instalaciones de la empresa en Picardía, en Pont-Sainte-Maxence y Barbery, tiene como objetivo industrializar esta tecnología para la defensa y los taxis voladores.
Dos mercados del futuro
Pyromeral Systems trabaja en el ámbito de la defensa desde hace 15 años en I+D, para grandes nombres, como el industrial parisino MBDA, especializado en las industrias aeronáutica, espacial y armamentista. Este grupo también ha adquirido “algo menos del 25% del capital de la empresa en 2022”, subraya el directivo. Las piezas compuestas de cerámica de la empresa sustituyen al metal, en particular al titanio, para reducir el peso y mejorar el rendimiento de los drones, por ejemplo. “Reducir el peso permite cargar más componentes electrónicos en el dron para aumentar su valor”, explica Guillaume Jandin.
El otro mercado, el de los taxis voladores, es más reciente. “Llevamos cuatro años en este mercado, y creamos una empresa hermana en Estados Unidos en 2024, porque están más avanzados que nosotros en este ámbito”, explica el directivo. La solución de extinción de incendios de la empresa debería permitir que los taxis voladores contengan las fugas térmicas y aterricen de forma segura en caso de incendio. En todo el mundo, de los 20 proyectos avanzados en este ámbito, “estamos presentes en 7”, se alegra Guillaume Jandin. La entrada en producción de los taxis voladores está prevista para un plazo de dos o tres años y, en el caso de la defensa, de cinco años.
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