En 2024, Córcega experimentó una sucesión de crisis relacionadas con el clima. Los incendios forestales, la sequía y los fenómenos meteorológicos extremos han puesto a prueba los sistemas de seguridad civil del departamento. La semana pasada, la vigilancia naranja provocó importantes perturbaciones: cierres temporales de aeropuertos, interrupción de los servicios portuarios y averías en las redes eléctricas.. “Las condiciones climáticas particularmente difíciles de este año nos han obligado a adaptar constantemente nuestros sistemas de gestión de crisis. », declaró Michel Prosic. La sequía, descrita como “peor en los últimos años », afectó a todo el territorio, con consecuencias especialmente graves en las zonas de la Costa Oriental y Nebbiu. Ante esta situación, las autoridades han introducido restricciones de agua y fortalecido la coordinación entre los servicios públicos y privados para limitar el impacto sobre las poblaciones y las actividades económicas, en particular las actividades agrícolas. “ La gestión de esta crisis ha movilizado todas las energías, con un único objetivo: preservar los recursos hídricos y garantizar la seguridad de los residentes”. dijo el prefecto.
Ejercicios para anticiparse a las crisis
Paralelamente a las intervenciones de emergencia, Alta Córcega se centró en la preparación para riesgos futuros. Se organizó una serie de ejercicios de seguridad civil para probar la capacidad de reacción ante diferentes escenarios, desde inundaciones hasta accidentes aéreos. Estas simulaciones, que movilizaron entre 100 y 200 personas sobre el terreno, permitieron poner de relieve los puntos fuertes y débiles de los sistemas existentes. “Estos ejercicios nos permiten probar nuestros procesos e identificar posibles mejoras”. explicó el teniente coronel Octavien Meschini, añadiendo que esta anticipación es esencial para garantizar una respuesta rápida y eficaz cuando se producen crisis.
Uno de los grandes ejes de reflexión durante este encuentro fue el desarrollo de Planes de Salvaguardia Comunales (PCS). Estas herramientas, que sirven para prevenir riesgos y organizar la respuesta en caso de crisis, están hoy operativas en casi la mitad de los municipios corsos.
Sin embargo, según Michel Prosic, aún quedan esfuerzos por hacer para generalizar estos dispositivos en todo el territorio. “La seguridad civil es asunto de todos. Los ciudadanos deben ser conscientes de los riesgos que existen en sus territorios y saber reaccionar para protegerse en caso de peligro. Cada ciudadano, cada funcionario electo debe estar preparado para los riesgos. Se trata de la creación de PCS, que permiten coordinar acciones en caso de crisis”. -insistió el prefecto.
El creciente desafío del calentamiento global
La perspectiva de un calentamiento global acelerado aumenta aún más los desafíos de seguridad civil en Alta Córcega. Se espera que los fenómenos extremos (sequías, tormentas o incendios) aumenten en los próximos años. “Debemos prepararnos para fenómenos meteorológicos cada vez más extremos. Ya no es un desafío sólo para Córcega, sino para todo el planeta”. dijo Michel Prosic. Para fortalecer las capacidades locales, el Estado ha invertido en nuevos equipos para los bomberos y está apoyando la creación de reservas municipales de respaldo, recursos estratégicos para futuras intervenciones de emergencia.
A pesar de los obstáculos, el prefecto insistió en la importancia de la cooperación entre los servicios públicos, los cargos electos locales y los ciudadanos. “La seguridad de nuestros conciudadanos depende de la participación de todos” concluyó.
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