En los últimos años, los supermercados y minoristas marroquíes han adoptado la tendencia mundial del “Viernes Negro”, un evento anual que se celebra a finales de noviembre y que atrae a entusiastas de las compras y cazadores de gangas. Sin embargo, el entusiasmo por este encuentro parece estar apagándose en Marruecos. A pesar del esfuerzo de las grandes marcas y del crecimiento del comercio online, este evento está perdiendo popularidad entre grandes segmentos de la sociedad.
Las asociaciones de defensa del consumidor critican a menudo esta iniciativa, calificándola de “búsqueda de reducciones ilusorias”. Según ellos, las promociones mostradas suelen utilizarse para vender productos que tienen poca demanda. Además, la conciencia entre algunos consumidores marroquíes les empuja a ser cautelosos ante ofertas que, muy a menudo, no cumplen sus promesas.
Creciente desinterés por una tendencia importada
Abdelkarim Chafii, presidente de la Federación Regional de Derechos del Consumidor de Souss-Massa, cree que el Black Friday, un “concepto importado de Occidente”, despertó inicialmente un gran entusiasmo en Marruecos, pero este interés disminuyó con el tiempo. Explica que los casos de fraude y falsos ascensos han jugado un papel importante en esta desafección. Los consumidores ahora desconfían más de los descuentos anunciados en noviembre.
Según Chafii, a este problema también contribuye el crecimiento del comercio electrónico, todavía mal regulado en Marruecos. Muchos compradores potenciales, que esperan aprovechar estas promociones, se ven engañados. Las asociaciones de defensa de los consumidores denuncian un tejido económico desorganizado, marcado por jugadores sin sede oficial, que dificulta cualquier reclamación.
Calidad y relevancia de los productos en cuestión.
Por su parte, Nordine Hammanou, miembro de la Unión Nacional de Protección al Consumidor, señala también deficiencias en la calidad de los productos ofrecidos durante este período, en particular en el caso de los aparatos electrónicos. A menudo, los productos que se ponen a la venta están obsoletos o son de mala calidad.
Añade que el floreciente comercio en línea ofrece ahora a los marroquíes acceso a una variedad de productos a precios competitivos, reduciendo así su interés por el Black Friday. Esto ayuda a educar a los consumidores sobre la importancia de pensar antes de realizar una compra.
Pese a todo, Hammanou subraya que, desde el punto de vista jurídico, las empresas siguen siendo libres de fijar sus precios y ofrecer descuentos, siempre que sean claros y transparentes para los consumidores.
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