Desde 2017, un tercio de los municipios de Suiza han decidido reducir sus impuestos. En el 15% de los casos se optó por un aumento de los impuestos, mientras que el statu quo fiscal se observó en la mitad de las localidades durante el mismo período. La Universidad de Lausana y la Escuela de Ciencias Aplicadas de Zúrich publicaron el martes su “seguimiento” de los municipios, realizado aproximadamente cada cinco años durante unos treinta años.
El documento divulga una serie de cifras sobre la evolución de las administraciones municipales. Nos enteramos, por ejemplo, de que la tendencia a la baja en el número de entidades municipales continúa, incluso si “parece haberse alcanzado el pico de fusiones” (leer más abajo).
En general, los secretarios municipales y los cargos electos entrevistados consideran que su municipio es eficiente y sólo encuentra problemas “en determinadas áreas de competencia”. Alrededor de una de cada tres administraciones afirma tener dificultades, ya sea en la gestión de ámbitos vinculados a la ordenación del territorio y la zonificación, en la atención a los solicitantes de asilo o en el ámbito de la aprobación de solicitudes de permisos para construir.
Algunas administraciones son más críticas con su propio trabajo y existen diferencias entre los cantones. Los municipios de los cantones de Ginebra, Tesino, Glarus y Obwalden son los más severos en sus actuaciones, mientras que los municipios de los cantones de Appenzell Rodas Interiores, Vaud, Jura y Schwyz las consideran los más eficaces.
Suiza tenía el 1 de enero de este año 2.131 municipios, cifra que viene disminuyendo desde 1990. En 2010 todavía había 2.596, lo que corresponde a una disminución del 18%. El tamaño medio de los municipios es de 1.693 habitantes. Los miembros de los ejecutivos municipales tienen en promedio 54 años. La edad de los cargos electos ha aumentado dos años respecto a 2017. Sólo el 18% de los concejales municipales tienen menos de 45 años.
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