Es algo raro: toda una manada de cabras montesas atacando la presa de Salanfe. Hay que tener suerte para presenciar este acto acrobático, durante el cual los animales se suplementarán mutuamente con sales minerales.
“Los íbices necesitan sales minerales que no encuentran en su comida, especialmente en invierno. Por eso buscan esta sal en casi todas partes. Y como tenemos un magnífico embalse del que rezuma salitre que contiene estas sales minerales, lo lamen para recuperarse. tu salud durante el verano”, explica Fabienne Marclay, cuidadora de la posada Salanfe desde hace 29 años.
Un juego de equilibrio fascinante para los bípedos: “Es un gran descubrimiento, en realidad no creía que fuera posible. Creo que es mágico. Es increíble verlos así en la naturaleza, en libertad”, explica un excursionista de Neuchâtel.
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Piernas fuera de lo común
El Ibex debe esta capacidad de equilibrio sobre todo a la forma de sus patas. “Tienen dos dedos separados, sin membrana entre ellos, y debajo del talón tienen una membrana que es como una ventosa”, describe Fabienne Marclay.
“Es bastante impresionante. Como ser humano, cuando caminas al pie o en lo alto de la presa, es realmente vertiginoso. Y allí, estos íbices son auténticos equilibristas, no temen a las alturas, tienen una soltura impresionante “, comenta otro fotógrafo .
Asunto de televisión: Romain Boisset
Adaptación web: Julien Furrer
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