La prefectura autorizará la distribución de este fertilizante contaminante hasta el 31 de diciembre, para ayudar a los agricultores a vender sus existencias, a pesar de los riesgos que pesan sobre el medio ambiente.
El Estado accede a las demandas de algunos agricultores, en un contexto de protestas agrícolas. El prefecto de Gironda acaba de autorizar este miércoles una exención de la aplicación de fertilizantes nitrogenados, en respuesta a representantes del mundo agrícola, a pesar de los importantes riesgos. Los fertilizantes nitrogenados, que se han vuelto esenciales para maximizar los rendimientos agrícolas, tienen consecuencias particularmente dañinas para el medio ambiente. Las aguas bretonas, por ejemplo, se encuentran entre las más ricas en nitrógeno de Europa, lo que provoca una proliferación de algas verdes que desprenden humos mortales.
“Las condiciones meteorológicas de los últimos meses se han caracterizado por importantes precipitaciones en todo el departamento de Gironda”explica la prefectura. “Estas condiciones excepcionales han dificultado mucho a los agricultores el cumplimiento de determinadas disposiciones”no “los relativos a los plazos mínimos de prohibición de la aplicación de fertilizantes nitrogenados”. Por lo tanto, no se pudieron respetar los calendarios de esparcimiento, ya que las fuertes lluvias encharcaron el suelo, lo que hizo que el vertido fuera más peligroso para el medio ambiente, debido al importante riesgo de lixiviación de nitratos: los nutrientes se habrían disuelto en el agua, lo que supondría un riesgo de contaminación grave. de aguas subterráneas y cursos de agua.
Para hacer frente a esta situación meteorológica, el prefecto ha autorizado, de forma excepcional, el esparcimiento de determinados efluentes orgánicos (abonos nitrogenados de tipo II) hasta el 31 de diciembre de 2024. “Esta autorización se refiere principalmente a los principales cultivos en las praderas”más “Los volúmenes máximos de nitrógeno útil que se pueden esparcir al año permanecen sin cambios, al igual que todos los requisitos relacionados con estas operaciones”. Para beneficiarse de esta exención, los agricultores deben solicitarla, especificar los volúmenes repartidos y en qué superficies.
Un excedente de fertilizante difícil de gestionar
Esta tardía autorización del esparcimiento se hizo casi inevitable debido a la limitada capacidad de almacenamiento en las explotaciones agrícolas de efluentes orgánicos (purines y estiércol). Si no se distribuyen, los agricultores pueden encontrarse con un excedente difícil de gestionar, lo que puede plantear problemas tanto logísticos como sanitarios. En 2020, varios cientos de toneladas de nitrato de amonio (utilizado principalmente como ingrediente en fertilizantes nitrogenados para la agricultura intensiva) explotaron en el puerto de Beirut, matando a 235 personas e hiriendo a 6.500.
Esta decisión de la prefectura ilustra la tensión entre la necesidad de apoyar a los agricultores, sujetos a los peligros climáticos y a las exigencias de producción impuestas por el mercado agrícola mundial, y la urgencia de proteger los recursos hídricos, el suelo y la biodiversidad. El síndrome de aspersor, el uso de nitrógeno para aumentar el rendimiento agrícola, en efecto acidifica los suelos, reduciendo su fertilidad a largo plazo y haciéndolos más susceptibles a la erosión. Además de contaminar el agua potable, estos fertilizantes emiten enormes cantidades de gases de efecto invernadero, liberando óxido nitroso, 300 veces más calentador para el planeta que el CO2 y muy persistente en la atmósfera.
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