El gato en cuestión aparentemente es un habitual del vecindario donde le gusta que los vecinos lo mimen, pero no sabemos realmente a quién pertenece. Así como desconocemos la gravedad de su lesión pero lo cierto es que lo ideal sería presentarlo a un veterinario. La pareja a la que el gato intentó acercarse, sin embargo, no lo ha vuelto a ver desde este percance.
También se desconoce hasta dónde arrastró el animal la trampa ni cómo logró soltar la cadena que sin duda estaba atada al suelo o a un árbol.
Una práctica cruel y prohibida
Recordemos, si es necesario, que el uso de este tipo de trampas está completamente prohibido aquí como en la mayoría de países europeos.
Esta práctica, castigada con penas judiciales, constituye una rara crueldad hacia los animales que, una vez atrapados por las mandíbulas de metal, generalmente mueren en medio de un sufrimiento horrible.
Señalemos que, en nuestro país, la captura sólo está autorizada cuando no es letal. Esto, mediante el uso de una jaula para animales salvajes que se cierra sin lastimar al animal. Esto permite liberarlo si no es el objetivo. O llevarlo a esterilizarlo como parte de, por ejemplo, una campaña de esterilización de gatos.
Si, lamentablemente, el animal debe ser sacrificado porque se considera perjudicial, por ejemplo, se necesita autorización, tener una licencia de caza o acudir a un profesional para evitar cualquier accidente y causar sufrimiento innecesario al animal. Una última práctica que también es cada vez más denunciada por numerosas asociaciones para la protección del bienestar animal, ya que el concepto de “nocivo” no tiene necesariamente el mismo significado para todos.
El uso de un cepo es, a fortiori, un acto grave de maltrato animal.
Related News :