En un fresco en forma de thriller que dura casi cuatro horas con intermedios, Igor Mendjisky declara su amor por el escritor estadounidense Paul Auster y su “Trilogía de Nueva York”. Tres novelas constituyen las tres historias que cruzan a detectives y sus dobles, escritores y sus fantasmas, que merodean en busca de identidad y verdad entre Brooklyn y Manhattan. Un espectáculo exitoso en forma de búsqueda incumplida, con dobles y personajes en busca de un autor como en Pirandello y caminos laberínticos como en Jorge Luis Borges.
Fantasmas y dobles
© Christophe Raynaud de Lage
¿Qué tienen en común Pirandello y Paul Auster? El brillante dramaturgo italiano Luigi Pirandello y el novelista neoyorquino Paul Auster, fallecido en 2022, tienen en común el amor por la literatura y la imaginación, la fascinación por las puestas en abismos y los dobles que se multiplican en el infinito. Igor Mendjinsky, actor, autor y director, encuentra en Paul Auster un doble de sí mismo en un largo espectáculo que disfruta explorando con actores sorprendentes, multiplicando búsquedas del tesoro dignas de Agatha Christie. En Ciudad de Cristaltres personajes de una película de detectives estadounidense se topan con muros de hormigón, puertas cerradas y el misterio de su identidad en las escaleras de incendios del Soho o en los lúgubres andenes del metro de la ciudad baja. Un hombre llamado Quinn, escritor de series de detectives, flanqueado por su amigo Work, que se parece extrañamente al comisario Colombo, se ve atrapado en las redes de un misterioso malentendido con un teléfono que suena obsesivamente. Lo confunden con un detective llamado Paul Auster que se supone que está investigando a Peter Stillman, un profesor universitario con un pasado preocupante. La atmósfera es sulfurosa y la música impresionante, y Pascal Greggory presta su poderoso talento al personaje del profesor pervertido junto a Thibault Perrenoud (Quinn), Lahcen Razzougui (Work) y Gabriel Dufay (Paul Auster). Dos actrices, la rubia Ophélia Kolb y la morena Rafaela Jirkowsky encarnan la fantasía de Virginia Stillman, clienta y directora de la investigación.
Actores habitados
© Christophe Raynaud de Lage
Para entregar cuerpo y alma a Devuelto y al habitación ocultalos dos episodios que completan La ciudad de cristalnecesitamos actores camaleónicos capaces de encarnar las falsas pretensiones, las falsas pistas, las inconsistencias y la imaginación desenfrenada del autor. Igor Mendjisky complica el asunto con malicioso placer, ya que también es el narrador de estas historias, encaramado en el primer piso de una ingeniosa escenografía, como presentador de un programa de radio. Nos lee extractos completos de las novelas de Paul Auster, mientras en el piso de abajo se producen extraños encuentros. Entonces un hombre llamado Bleu, Félicien Juttner, realmente se vuelve loco al observar a Noir desde su ventana. Luego asistimos a la vertiginosa división entre un escritor y su personaje, un observador y su objetivo. ¿Quién se convierte en quién? ¿Y de qué estamos hechos sino de una imaginación fantasiosa, alimentada por quienes nos rodean y nos obsesionan? Así Ben, el amigo de infancia del escritor Fanshawe, se convierte en el custodio de la obra del hombre que desapareció misteriosamente, dejándole también… su esposa. Una puesta en escena elegante y fluida reúne a todos estos héroes y sus dobles que se intercambian con indiferencia. Observemos el talento de todos los actores habitados por sus papeles, con mención particular a Ophélia Kolb, Gabriel Dufay y Félicien Juttner que nos transportan a otro mundo. Déjate llevar por este extraño viaje teatral que magnifica la imaginación.
Helene Kuttner
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