Proteger mejor los datos personales utilizados por el cantón: este es, en resumen, el desafío de la votación cantonal del 24 de noviembre en Neuchâtel. En concreto, la población tendrá que expresarse sobre un decreto destinado a incluir en la Constitución la “integridad digital” de los habitantes del cantón. Además de garantizar la protección de datos, la aceptación del texto ratificaría la posibilidad de que cada ciudadano consulte, verifique o elimine su información personal en poder del Estado.
El decreto también prevé “el derecho a una vida fuera de línea”. Esta disposición tiene como objetivo garantizar a los residentes de Neuchâtel la posibilidad de “poder hablar con una persona real de la administración”, sin necesidad de recurrir a Internet.
Es bastante raro que ningún partido del Gran Consejo se haya pronunciado oficialmente en contra de este objetivo. Todos ellos, a excepción del PLR, que deja la libertad de voto, incluso recomiendan votar sí. El Consejo de Estado también se expresó a favor del decreto. Sin embargo, en el folleto informativo distribuido a la población reconoce que el texto “es principalmente simbólico”, “no tiene mucho efecto” y que “las leyes ya protegen la integridad digital”.
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