Un programa de ficción en los Países Bajos ha puesto de relieve los efectos de un apagón, planteando dudas sobre el riesgo para Bélgica. ¿Está el país mejor preparado?
En los Países Bajos, la cadena pública emitió un programa que simulaba un apagón que paralizaba gran parte del país. Como “Bye Bye Belgium”, es una ficción. Luego de unos minutos, una pancarta advertía: “¡Atención! Estos hechos no son reales, pero muestran una imagen realista de las consecuencias de un corte de energía importante. »
En esta retransmisión “en directo”, los espectadores pudieron seguir en tiempo real las repercusiones de un corte eléctrico generalizado. Los presentadores habituales de noticias de televisión informaron sobre cortes de redes telefónicas, saqueos y hospitales obligados a funcionar con generadores diésel. Expertos hablaron en el estudio, mientras periodistas transmitían reportajes “en vivo” desde varios puntos del país.
El objetivo era concienciar a los ciudadanos sobre la posibilidad de que se produzca tal escenario, con el lema del programa: “No es una cuestión de si, sino de cuándo”. » ¿Pero es creíble este escenario para Bélgica?
¿Cuáles son las posibilidades de que se produzca una catástrofe así en Bélgica?
Mucha gente no se da cuenta de cuánto dejarían de funcionar si se corta la luz. Un apagón se refiere a un corte de energía total o parcial a gran escala, que afecta a todo o parte del país. Esto significa que no habrá más luz, ni calefacción, ni teléfono ni Internet. Pero también el cierre de las infraestructuras de transporte y médicas.
Este fenómeno puede deberse a una demanda de electricidad que supera la producción disponible, un corte importante en la red de distribución o circunstancias excepcionales (como tormentas o ciberataques). En Bélgica, el riesgo de apagones es particularmente preocupante en invierno, cuando la demanda de electricidad es alta y algunas infraestructuras pueden fallar.
Este riesgo también se ve acentuado por el envejecimiento de las centrales nucleares, una importante fuente de electricidad para el país. En los últimos años, el cierre paulatino de los reactores nucleares y los retrasos en el desarrollo de alternativas como las energías renovables han planteado desafíos al sistema energético.
Afortunadamente, Bélgica es menos vulnerable que los Países Bajos. El 4 de agosto de 1982, un gran apagón afectó a Bélgica tras una explosión provocada por un error técnico en una central eléctrica. Desde entonces, el gobierno, apoyado por los operadores de redes de alta tensión (como Elia) y los operadores de distribución (como Sibelga), ha tomado medidas para evitar que una situación similar se repita.
Medidas preventivas en Bélgica
Entre las principales medidas preventivas se encuentran:
- El plan de deslastre de carga : un procedimiento planificado para cortar temporalmente la electricidad en determinadas zonas durante tres o cuatro horas. Esta acción permite a las centrales eléctricas restablecer el equilibrio y evitar un apagón generalizado.
- Compras adicionales de electricidad : importando electricidad de países vecinos para cubrir una escasez temporal.
- Sensibilizar sobre la reducción del consumo : campañas para incentivar a la población y a las empresas a reducir su consumo durante los períodos críticos, particularmente durante los períodos de frío intenso.
Estas medidas contribuyen a la solidez de la red energética belga. Esta red también está fuertemente interconectada con los países vecinos, que pueden enviar parte de su superproducción a Bélgica. Por lo tanto, la posibilidad de un apagón es muy baja en Bélgica, ya que serían necesarias una serie de incidentes importantes para desestabilizar el sistema.
Un ejemplo extremo sería un fallo simultáneo de la central eléctrica de Doel, de una línea de conexión extranjera y de un parque eólico marino, precisa el VRT. Otro escenario potencial podría ser una interrupción de una red específica, seguida de una sobreproducción de energía por parte de las turbinas eólicas, lo que podría desequilibrar toda la red. Esto no es ciencia ficción: en 2006 ocurrió un incidente similar en Alemania y desde entonces es posible cerrar todos los parques eólicos de forma remota si fuera necesario. Con el aumento del número de paneles solares en tejados privados, algunos también se preguntan si no deberíamos poder desactivarlos colectivamente en caso necesario.
¿Qué hacer en caso de un apagón?
En caso de apagón, es recomendable tener velas y una linterna a mano. Pero sobre todo hay que mantener la calma. El corte no debería durar mucho tiempo, porque la red belga se puede restablecer apoyándose en las redes eléctricas de los países vecinos. Según las previsiones, las primeras viviendas podrían recuperar la electricidad al cabo de 4 horas y las últimas al cabo de 8 horas. Si el apagón se extendiera a los países vecinos, la electricidad podría regresar entre 10 y 24 horas después del incidente.
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