Atractivos y más aún ante los japoneses, que rápidamente se vieron superados, los Tricolores, autores de ocho tries, comenzaron perfecto el parón de otoño. ¡Ahora es el momento de los All Blacks!
Teniendo en cuenta la última gira en Argentina y el olor a azufre que se exhalaba, Al parecer, los Blues tenían algo que recuperar el sábado por la noche. En realidad, sin embargo, sólo tres de ellos, en la salida de este Francia-Japón, habían competido en julio pasado en la prueba de Mendoza cuya continuación causó tanta discusión en nuestras latitudes: Léo Barré, Emilien Gailleton y Jean-Baptiste. Gros.
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Sin embargo, conscientes de que en este primer partido de la gira de otoño, ante un rival que venía de una paliza de sesenta puntos ante los reservistas neozelandeses, defendían el honor y la reputación de un gran país del rugby, Antoine Dupont y sus compañeros cumplieron con valentía su misión. : autores de ocho ensayosagresivos como el infierno, agudos en sus carreras y muchas veces inspirados con el balón en la mano, los Tricolores despidieron a los Brave Blossom con el dorso de la manga y regalaron esta nueva temporada internacional, con algunos golpes de riñón y tantos destellos, algunos galas menos desgarradoras que las que sellaron la bóveda del anterior…
Meafou, un gigante en el patio de un colegio
En el Estadio de Francia, el equipo de Galthié se apoderó rápidamente del marcador con un try aplastado por Louis Bielle-Biarrey: este último, bien desplazado hacia la banda gracias a un pase largo de Thomas Ramos, anotó con su estilo habitual, ya sea después de haber superado a los toda la defensa contraria. En el proceso, Emilien Gailleton imitó a su excompañero de la selección francesa sub-20 y, recuperando otro pase decisivo de Ramos, esta vez destilado al pie, el palois anotó el primer try de su carrera internacional.
Les ahorraremos el resto, señores, ya que esta reunión fue en realidad una demostración de fuerza por un lado y una larga queja, por el otro. El caso es que en el rugby, santa madre, podemos tener toda la buena voluntad del mundo, una técnica individual que no está lejos de ser perfecta y la audacia que caracterizó, por ejemplo, al hooker japonés Mamoru Harada cuando intentó un ‘cad’. Deb’ del rival francés más rápido (Louis Bielle-Biarrey), no podemos sobrevivir dignamente en una pelea en la que generalmente perdemos diez kilos en cada posición. Y el sábado por la noche, nos sentimos muy mal por estos desafortunados japoneses cuando Manny Meafou sacudió la calabaza de sus invitados como lo habría hecho un gigante en el patio de un colegio, haciendo comprender a todos a estas alturas, con dos tercios de su capacidad, que Francia y Japón no Si practicamos el mismo deporte o rugby, la genética polinesia suele ser más letal que cualquier otra…
En unas horas, evidentemente no quedará nada de este Francia-Japón del que es demasiado fácil extraer alguna lección válida, salvo la omnipotencia de Thomas Ramos en la apertura o el nuevo apetito ofensivo de los Tricolores. A la hora de darle la espalda al Saint-Denis, sólo nos quedará esperar de este equipo francés, que se desenfrena contra la decimocuarta nación del mundo, que suba un poco más su tono ante los imparables All Blacks, desde que pisaron el hemisferio norte…
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