El lugar es conocido por los excursionistas, pero los visitantes buscaban sensaciones completamente diferentes este viernes por la noche.
Varios cientos de personas se reunieron para una fiesta rave cerca de la cresta de Lavina, en Sospel, en el valle de Bevera.
Los aficionados al techno no podrán vibrar mucho tiempo: la policía detuvo la fiesta y multó a muchos participantes.
Eran alrededor de las 22.30 horas cuando la gendarmería intervino por “una reunión festiva no autorizada de carácter musical”. Los gendarmes conocen los sitios populares entre los entusiastas del techno y escanean las redes sociales. Se preocupan de evitar aglomeraciones inesperadas en lugares naturales y el tráfico por rutas inadecuadas.
Se identificaron alrededor de 70 vehículos. Los soldados de la compañía de Menton se aseguraron de impedir otras llegadas. Los propietarios de los vehículos identificados serían multados.
Diálogo fructífero
La gendarmería intervino con fuerza: el PSIG (pelotones de vigilancia e intervención de la gendarmería) y las brigadas motorizadas de Niza y Menton, la comunidad de brigadas de La Trinité, las brigadas de Beaulieu-sur-Mer, Cap d’Ail, Sospel y Breil- sur-Roya fueron movilizados.
Su misión: detener las fiestas sin poner en peligro ni a los ponentes ni a los participantes. No se trata de enviar a todos de nuevo a las carreteras, con el riesgo de que algunos no puedan conducir. Este sábado por la mañana todavía se encontraban allí un centenar de participantes, vigilados por la policía.
Las operaciones fueron dirigidas por el comandante de la compañía de Menton y coordinadas con el alcalde de Sospel. Los participantes cooperaron.
Empezando por el organizador, que aceptó cortar la música, a la espera de dar explicaciones en el marco del proceso judicial. El equipo fue desmantelado y almacenado en la brigada Sospel.
Related News :