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Explotación abusiva de reservas forestales en un contexto de conflicto armado en Casamance – VivAfrik

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En Senegal, particularmente en Casamance, los madereros ilegales e incluso los traficantes de madera han talado tantos árboles que las poblaciones locales se ven obligadas a aventurarse en áreas prohibidas controladas por grupos armados.

Alrededor de 10.000 hectáreas de bosques en esta parte del país se esfumaron entre 2010 y 2015. Esto significa que la explotación abusiva y clandestina del bosque en un contexto de conflicto armado se ha convertido con los años en una de las principales fuentes de conflictos sociales. , subrayó el ecologista Haïdar El Ali.

Además, algunos acontecimientos macabros observados en los últimos años en Casamance tienen sus raíces en la creciente tensión e incluso rivalidad en torno a los recursos forestales. Este es el caso hace casi quince años en la localidad de Tamp, en la comunidad rural, o en aquel momento en Boutoupa-Camaracounda.

Aquí, una veintena de personas de los pueblos de Agnak y Fanda, que habían ido a recoger productos forestales, vieron cómo bandas armadas supuestamente pertenecientes al movimiento irredentista de Casamance les cortaban la oreja izquierda.

Con este acto, los elementos armados pretendían decirle a la población que no se aventurara más en las huertas y menos aún en el monte, informaron fuentes consistentes.

Pero fue primero en Diagnon, en la comunidad rural de Adéane, donde se alcanzó el colmo del horror en el contexto de esta creciente rivalidad entre las comunidades y las bandas armadas que ocuparon sus bosques, tras la masacre perpetrada el 21 de noviembre de 2011 también atribuido a elementos supuestamente pertenecientes al MFDC y que causó la muerte de 11 civiles.

Las víctimas, un grupo de aserradores, que se habían aventurado en el bosque clasificado de Bissine, a un paso de la frontera entre Bissau y Guinea, para cortar árboles y que fueron abatidos a sangre fría por hombres armados.

Una forma de que estos últimos marquen su precuadra y eviten que las poblaciones toquen sus fuentes de ingresos, sus medios de vida.

¡La prueba de que la explotación de los recursos forestales se había convertido en un tema explosivo en Casamance, Bofa-Bayotte! Es en esta localidad de la comuna de Nyassia, lindante con la aldea de Toubacouta, donde trece (13) personas fueron masacradas el 6 de enero de 2018.

Una operación desastrosa que, según fuentes consistentes, lleva la huella de una quincena de elementos fuertemente armados con Ak 47 y que se supone pertenecen a Atika, el brazo armado del MFDC. Elementos armados que además dejaron seis (06) heridos.

Un drama que sería el resultado de un doble conflicto entre el Mfdc y los madereros pero también, entre estos últimos y el Comité Interaldeas de gestión y vigilancia contra la tala clandestina en el bosque de Bayotte, objeto según dicha estructura, de una explotación sistemática saqueo. Un drama con múltiples idas y venidas jurídicas y la página está lejos de pasarse.

Los incendios forestales, el auge de la lengua salada, la erosión costera, la sedimentación de valles y arrozales, el problema de la gestión de residuos, la explotación y el tráfico ilícito de madera, etc. Son tantas las amenazas reales que pesan sobre el medio ambiente en Casamance.

Observación amarga y bastante alarmante que debe suscitar hoy, tanto entre los responsables políticos como entre las poblaciones, una creciente preocupación por la gestión y el desarrollo sostenible de los recursos forestales; pero también constituyen una creciente preocupación por salvar y proteger el bosque.

Un enfoque beneficioso que permitirá a las comunidades tomar conciencia de su responsabilidad, en particular hacia quienes saquean sus recursos, y poder implicarse en la protección de estos recursos.

Moctar FICOU / VivAfrik

Con APS

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