Cuatro personas siguen en cuidados intensivos cuatro meses después de ser contaminadas

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El 10 de septiembre, cinco personas resultaron infectadas con una forma grave de botulismo después de comer pesto artesanal de ajo silvestre durante una comida con amigos, cerca de Loches.

Publicado el 01/07/2025 20:57

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Los cinco pacientes que padecían botulismo fueron ingresados ​​a principios de septiembre en la unidad de cuidados intensivos del hospital Bretonneau de Tours. Cuatro de ellos todavía están allí. (BORIS COMPAIN / RADIO FRANCIA)

Cuatro meses después de haber sido contaminados por botulismo durante una comida con amigos en Indre y Loira, cuatro personas siguen hospitalizadas a principios de enero en cuidados intensivos en el hospital Bretonneau de Tours, informó el martes 7 de enero “ici Touraine”. El botulismo es una afección neurológica grave causada por una toxina que prospera en los alimentos almacenados incorrectamente. Puede provocar una parálisis más o menos duradera de determinados músculos.

La quinta víctima, una mujer, abandonó finalmente, hace unas dos semanas, la unidad de cuidados intensivos donde trabaja el profesor Pierre-François Dequin, en el hospital Bretonneau de Tours: “Ella todavía está hospitalizada. Pero cada día está mejor. Diremos que ya ha salido de la fase muy aguda de su enfermedad”.

Cuatro meses después, los cinco residentes de Tourange, de entre 32 y 36 años, están todavía muy lejos de haber recuperado su salud. Por lo tanto, cuatro de ellos todavía están en cuidados intensivos, conectados a un respirador. “Están conscientes” especifica el profesor Dequin.

Estas cuatro personas siguen estando muy discapacitadas. A pesar de todo, hay novedades alentadoras. “Hay avances en la recuperación muscular. Todavía es muy imperfecto para algunos, pero el hecho de poder moverse un poco más, el hecho de poder comunicarse al menos a través de la cara o mediante pequeños movimientos de la mano, demuestra que poco a poco , en determinados grupos musculares la toxina va saliendo”subraya el profesor Dequin.

“Tenemos experiencia de situaciones de enfermedades paralizantes que pueden durar meses y que son reversibles, por lo que debemos mantener la esperanza. En un momento dado la toxina se va, pero se queda ahí antes de irse”. Estos tiempos difíciles aún están lejos de terminar, ya que al salir de la unidad de cuidados intensivos, probablemente sean necesarios meses para reeducar los músculos atrofiados por esta larga inmovilidad.

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