“No es posible pedirnos que gastemos cuatro veces el mismo euro”

“No es posible pedirnos que gastemos cuatro veces el mismo euro”
“No es posible pedirnos que gastemos cuatro veces el mismo euro”
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Promover la competitividad

Mientras continúan las conversaciones para formar la coalición de Arizona, el mensaje de la FEB a los negociadores es claro: una mejor salud económica para Bélgica requerirá reformas importantes que impulsen la competitividad de nuestras empresas. “Los presupuestos de este país sólo podrán equilibrarse si reformamos fundamentalmente nuestro tejido socioeconómico en lo que respecta al mercado laboral, las pensiones, los costes salariales y la competitividad, las normas salariales, la legislación sobre indexación, etc., dice Pieter Timmermans. Éste es el desafío de este gobierno y el mensaje que envían los empresarios.

El director general de la FEB lo tiene claro: “un tsunami de impuestos” sería la única otra opción posible en el futuro para equilibrar las cuentas. Para evitar este escenario, la federación pide a los negociadores de Arizona que se inspiren en nuestros vecinos y sigan las normas establecidas por la Unión Europea, sin endurecer las tuercas a las empresas. “Hagamos exactamente lo mismo que otros países, ni más ni menos. Eso ya sería un gran paso adelante. ¿Por qué pensamos que siempre tenemos que aplicar regulaciones adicionales?” Según Pieter Timmermans, seguir esta directriz enviaría “una señal muy fuerte de confianza al espíritu empresarial belga”

“Muy buenas ideas” en la supernota

Por ello, la FEB sigue de cerca la evolución del “superscore” del entrenador Bart De Wever. Ciertas medidas sobre la mesa de negociaciones, como cambiar el horario nocturno (que ya no comenzaría a las 20 horas sino a medianoche, como lo permite la normativa europea), son consideradas, por supuesto, “muy buenas ideas” por Pieter Timmermans. “Pero esperemos, porque el diablo está en los detalles. Si proporcionamos media página de excepciones, debilitamos la medida”.

En términos de reformas, la FEB también espera limitar las prestaciones por desempleo en el tiempo o incluso limitar las contribuciones de los empleadores. Medidas ya en vigor entre muchos de nuestros vecinos que aliviarían en cierta medida las finanzas de las empresas belgas, puestas a prueba por los costes administrativos, energéticos y también salariales. Según cifras de la FEB, “una hora de trabajo en el sector privado costó de media 47,10 euros en nuestro país en 2023, frente a 41,70 euros en los tres países vecinos, una diferencia media de unos 750 euros al mes. mes”. Además de estas tres grandes partidas de gasto, también se anima a las empresas belgas a invertir en la transición energética. “Por tanto, se nos pide que gastemos cuatro veces el mismo euro”, denuncia Pieter Timmermans. “¡Esto no es posible!”

La tristeza corporativa

Los problemas de competitividad de las empresas belgas se reflejan en las cifras. Ya en descenso desde 2022, “los volúmenes de importación y exportación se contrajeron aún más en 2024”. El 55% de los sectores también informó de “una caída del empleo en los últimos seis meses”, frente a sólo el 30% en mayo pasado. Sin embargo, las tasas de empleo se mantienen “en parte gracias a la creación de empleos en el sector público”.

Y las perspectivas para 2025 no son las más alentadoras. Cuestionadas en noviembre de 2024, el 45% de las federaciones sectoriales esperaban una caída de su actividad económica en los seis meses siguientes, frente al 22% del pasado mes de mayo. “El optimismo que sin duda había en mayo se ha derretido como la nieve al sol”, resume el director ejecutivo de la FEB Edward Roosens. Los sectores industriales, que luchan contra la recesión desde hace más de un año y medio, son los más afectados.

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