A pocas horas de Navidad, la capital senegalesa entra en un período de agitación. Mercados abarrotados, decoraciones coloridas y solidaridad omnipresente: los habitantes de Dakar, cristianos o no, se movilizan para celebrar esta fiesta que se ha convertido en un momento imprescindible para compartir. Sumérgete en los preparativos navideños en Dakar.
Un mercado colorido
En el mercado de Sandaga la emoción está en su punto máximo. Entre las carcajadas de los clientes y los gritos de los comerciantes alabando sus productos, la magia de la Navidad comienza a actuar. Amina, vendedora de guirnaldas y estrellas luminosas, dice: “La Navidad es una época clave para nosotros. Los clientes vienen buscando todo lo necesario para embellecer sus hogares, aunque este año sean cuidadosos con sus gastos”. “Los puestos están repletos de telas bordadas y trajes festivos, pero también de decoraciones artesanales. “Mucha gente elige decoraciones sencillas o caseras. Es más económico y te permite darle un toque personal”, añade sonriente Amina.
Tradiciones revisitadas en los hogares
En barrios populosos y obreros como Niari Tally, el ambiente navideño también se apodera de los hogares. Pape Diop, padre de familia, tiene un enfoque creativo a la hora de decorar su casa. Con sus hijos corta hojas de papel para hacer guirnaldas. “La Navidad, para nosotros, es ante todo un tiempo de compartir. No hace falta mucho dinero para celebrar: unos cuantos adornos caseros, una comida sencilla y, sobre todo, estar juntos. Para él, la Navidad es también una oportunidad para transmitir valores a sus hijos. “Quiero que entiendan que esta fiesta no se trata sólo de regalos o espectáculos de luces. También es ayuda mutua y amor de familia. » subraya Pape Diop. Lo que afirma el señor Jean. “La Navidad es una época de compartir, siempre me encuentro allí con mi familia, sobre todo viendo gente que vive en el extranjero. »
Una celebración más allá de las fronteras religiosas
Lo que hace que la Navidad sea tan única en Dakar es su dimensión universal. En esta ciudad donde la convivencia religiosa es un modelo, incluso las familias musulmanas participan en las festividades. “Cada año, mi vecina cristiana me regala una tarta de Navidad y le preparo thiakry”, afirma Marième, residente de Niari Tally. “No es una cuestión de religión, es una cuestión de convivencia. » Alioune Ba, musulmán, vecino del mismo barrio, comparte la misma opinión “Para nosotros, la Navidad es una oportunidad para demostrar que podemos vivir juntos con respeto. Cada año, mi familia prepara cuscús que compartimos con nuestros vecinos cristianos. Con demasiada frecuencia nos invitan a degustar sus platos tradicionales. No es sólo una celebración cristiana, es una celebración comunitaria”, dice Aida, comerciante del mercado de Biscuiterie. “A mis hijos les encanta la Navidad, aunque no seamos cristianos. Les gusta ver las luces, escuchar las canciones y sobre todo recibir dulces que les ofrecen nuestros vecinos. No celebramos la Navidad en un sentido religioso, pero participamos del ambiente, porque en Dakar es natural compartir. »
SOPHIA MANGA A NZENGUE (aprendiz