Un residente de Laval que buscaba prostitutas “de 12 o 13 años” pasará la Navidad en prisión, tras haber sido denunciado por un escolta y luego atrapado por un agente encubierto que se había hecho pasar por un adolescente en secundaria 2.
“En persona, [l’agente double] le recuerda su corta edad, que debe llamar al colegio para justificar su ausencia, que está en secundaria y sobre todo que no se siente cómoda con su petición […]. Ahora, ¿qué hace? Pide tener una hija menor”, lamentó recientemente la jueza de Montreal Guylaine Rivest.
Frente a ella estaba Julien Lévesque, un hombre de Laval de 35 años culpable de intentar incitar al contacto sexual en 2022.
El asunto comenzó cuando una escort recibió una solicitud de un potencial cliente que buscaba prostitutas menores de edad. Obviamente disgustada, la mujer se quejó a la policía, que puso a un agente encubierto a cargo del caso.
el esta desilusionado
Al final, este cliente nunca se presentó a la cita fijada por el agente encubierto. Pero poco después fue Julien Lévesque quien se puso en contacto con ella. Se concertó entonces un encuentro con los servicios sexuales que deseaba.
“En el camino ella le reitera que no tiene mucha experiencia, porque sólo tiene 15 años”, relata el juez. Ella le pregunta si le molesta y él dice “no”. »
Para jugar, la agente luego fingió llamar a su colegio para justificar su ausencia, mencionando de pasada que estaba en 2do de secundaria.
Lévesque, evidentemente satisfecho, empezó a sonreír, pero rápidamente se desilusionó cuando una patrulla se interpuso en su camino y lo esposaron.
Buena rehabilitación
En lugar de ir a juicio, optó por declararse culpable, con la esperanza de salir del arresto domiciliario.
Desde su arresto, Lévesque parece haber recuperado el control gracias a una terapia seria.
“Demuestra que ha aprendido de sus errores, expresa arrepentimientos que parecen sinceros y se preocupa por las víctimas de este tipo de delitos. […]es consciente de que ahora debe afrontar las consecuencias de sus actos y asumir la responsabilidad”, señaló el juez, añadiendo que el acusado puede contar con el apoyo de su familia.
A pesar de todos estos elementos favorables y alentadores, y aunque su rehabilitación está “muy avanzada”, Lévesque no pudo escapar de prisión, dada la importancia de denunciar los delitos sexuales que ponen en peligro a los menores.
Por lo tanto, recibió 10 meses de prisión, ordenó el juez, esperando que no se “desaliente” y continúe con sus esfuerzos terapéuticos.
Una vez liberado, Lévesque deberá someterse a dos años de libertad condicional.