En la rue Grenette, la esquina del Quai Saint Antoine casi ha vuelto a la normalidad – Fotos DR Lyon People
Texto: Marco Polisson – Agradable sorpresa esta mañana para los habitantes del Presqu’ile. Cuando se despertaron, comprobaron que las señales de prohibición de entrada habían desaparecido en las entradas de la calle Grenette.
Delante del Café Grenette sólo quedan los grandes bloques de hormigón en la esquina del muelle Saint Antoine. Lo mismo ocurre en la esquina de la rue Édouard Herriot, cerca del Grand Café des Négociants. Las señales de prohibición han desaparecido mágicamente en esta arteria vital, cuyo cierre ha desencadenado una ola de protestas sin precedentes.
¿Es este un regalo de los ecologistas para las fiestas navideñas?
Se podría pensar que sí, ya que las protestas han aumentado en las últimas semanas ante la trombosis que paraliza Lyon y los monstruosos atascos que llegan incluso a las ciudades vecinas. El período navideño es crucial para los comerciantes de la península, cuya facturación ha caído un 30% desde el cierre de la península.
¿Los elegidos verdes finalmente han hecho balance de la catástrofe?
Desde hace varios días, en la prensa que les sirve, los Verdes Jemeres multiplican sus mensajes de apaciguamiento para no comprometer sus posibilidades de reelección en 2026. Teniendo esto en cuenta, de forma totalmente hipócrita, han decidido suspender durante las vacaciones las obras en la avenida des Frères Lumière.
Consciente de que seguir arruinando la vida de los lioneses podría costarles muy caro, la efímera Gregorio Doucet y el presidente de la ecologista Metrópolis Bruno Bernardo han decretado, con angustia, el aplazamiento de las obras de las nuevas autopistas para bicicletas hasta después de 2026.
Decisiones electorales que no engañan a nadie y que sin duda enfadarán a los talibanes en bicicleta. En los próximos días sabremos cuál es realmente la situación en la calle Grenette.