Una crisis posiblemente fatal esta vez. Los productores de banano deben afrontar una caída de sus ingresos y la inminente llegada de nuevos competidores del Mercosur. Este lunes 16 de diciembre se organiza una reunión en el centro de macetas Capesterre-Belle-Eau. Se invitó a parlamentarios y presidentes de las principales comunidades.
La industria bananera de Guadalupe atraviesa una mala racha desde hace varios meses. Si la producción se mantiene estable, o incluso aumenta algo. De hecho, este año se debería alcanzar la marca de las 60.000 toneladas, pero los productores se enfrentan a un deterioro de sus ingresos.
Entre las razones dadas se encuentra, en primer lugar, la Sigatoka negra. El hongo se ha vuelto más resistente a los tratamientos.
Como resultado, la proporción de plátanos ya maduros cerca del barco en Dunkerque ha aumentado considerablemente. Pero un plátano que ya está maduro es un plátano invendible. En 2024, la industria espera perder el equivalente a 8 millones de euros en ventas.
A esto se suma el aumento de los costos de producción. En 2007, se necesitaban 1.150 euros para producir una tonelada de plátano; 17 años después, se necesitaban 1.600 euros. Sin embargo, durante este mismo período, el importe de la ayuda europea se mantuvo igual, es decir, 404 euros por tonelada exportada.
Otro elemento es que los plantadores ya no tienen derecho a utilizar herbicidas. Por tanto, tienen que recurrir a la siega mecánica. El coste adicional se estimó en 4.800 euros por hectárea.
Último motivo de preocupación. El acuerdo Mercosur, firmado el 6 de diciembre entre la Unión Europea y los países de América Latina, permitirá la llegada al mercado de un nuevo competidor y no menos importante: Brasil, cuarto productor mundial con 6,6 millones de toneladas.
El futuro del sector es ahora muy incierto.
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