Con una “doble incertidumbre” tanto a nivel nacional como internacional, la Banque de France rebajó el lunes por la noche su previsión de crecimiento del PIB para 2025 en 0,3 puntos, hasta el 0,9%. La previsión para 2026 también se revisa a la baja con respecto a las previsiones de septiembre del Banco de Francia, en 0,2 puntos, hasta el 1,3%, que es ahora también su previsión para 2027.
Para 2024, su proyección se mantiene en el 1,1%, como en 2023, sobre la base de un cuarto trimestre en el que el crecimiento sería nulo, mientras que en el tercer trimestre de 2024, el PIB de Francia experimentó un ligero aumento debido a un efecto de los Juegos Olímpicos. .
Estas nuevas proyecciones macroeconómicas se realizaron “en un contexto nacional e internacional de crecientes incertidumbres”, explicó el lunes Olivier Garnier, director general de estadística, estudios e internacional del Banco de Francia.
Un déficit público de entre el 5% y el 5,5% del PIB en 2025
Las cifras se cerraron el 27 de noviembre, una semana antes de la moción de censura del gobierno Barnier, con hipótesis de finanzas públicas cercanas al proyecto de ley de finanzas que debía conducir a una reducción “significativa” del déficit público, que pasaría entonces del 6,1% del PIB este año al 5% en 2025. De ahora en adelante, la Banque de France espera un déficit público de entre el 5% y el 5,5% del PIB el próximo año.
Su escenario de referencia es el de “una salida de la inflación sin recesión”, aunque una recuperación que se retrasaría hasta 2026 y 2027 respecto a sus proyecciones anteriores, y que se produciría bajo el efecto de una menor inflación y de una flexibilización de la política monetaria. , mientras que los tipos del BCE han comenzado a caer desde junio.
Se espera que la inflación (expresada en un índice armonizado que permita comparaciones europeas) sea del 2,4% en promedio anual este año, luego del 1,6% en 2025, del 1,7% en 2026 y del 1,9% en 2027.
La tasa de desempleo no debería exceder el 8%
La Banque de France también prevé que el mercado laboral “comienza a entrar en una fase transitoria de desaceleración”, que debería permanecer centrada en 2025. La tasa de desempleo alcanzaría un máximo en 2025 y 2026, manteniéndose por debajo del 8% “antes de comenzar”. caer nuevamente tras la reanudación de la actividad”.
Por último, señala que estas previsiones están sujetas tanto a incertidumbres relacionadas con la situación política del país como a los peligros internacionales. Los riesgos geopolíticos siempre están presentes, pero se añaden “los que pesan sobre el comercio internacional”.
El escenario de referencia elegido por el Banco no tiene en cuenta el riesgo de tensiones comerciales en caso de un aumento de los derechos de aduana en Estados Unidos, cuyos efectos considera “difíciles de cuantificar”. En general, concluye, los riesgos en comparación con la proyección presentada el lunes “están orientados a la baja para el crecimiento”.