Festival de Aviñón
Artículo reservado para suscriptores.
Inmersión en el mundo confidencial de la alta costura, la nueva saga de Caroline Guiela Nguyen, llevada al escenario del festival de Aviñón, llevó al diseñador de vestuario Benjamin Moreau a la India, para descubrir a los bordadores musulmanes que trabajan para las grandes casas occidentales.
Caroline Guiela Nguyen quería trabajar en secretos. Podría haber anclado su nuevo melodrama teatral en el mundo de la inteligencia general. Eligió otro oficio legendario, el de la alta costura y sus innumerables manitas que trabajan en la sombra, en la más alta confidencialidad, heredando un saber hacer ancestral de extrema minuciosidad transmitido de madre a hija, de padre a hijo. Este sector del lujo posee una reserva inagotable de metáforas, lo que permite al autor Lágrima de “tejido” conjunto, “de una cosa a otra”, los destinos de los personajes llevados a “descubrir” sobre verdades largamente silenciadas. Y luego, «como comida en Saigón [précédente pièce narrant l’exil des Vietnamiens en France, ndlr], la costura es un tema que une a la gente”, indica Caroline Guiela Nguyen, que una vez más lleva a la aventura a actores profesionales y gente corriente, entre ellos los indios Charles Vinoth Irudhayaraj, Rajarajeswari Parisot y Vasanth Selvam. “Ya se trate de Dinah, Liliane, Vasanth, Anaele, Vinoth, Nanii, es decir, personas realmente muy diferentes, existe una conexión emocional con la costura, a veces simplemente porque la gente ha podido ver su mar.