¿Ejecución sumaria? Un agente de policía fuera de servicio que trabajaba en Seine-Saint-Denis para la Dirección de Orden Público y Tráfico (DOPC) mató a tiros a un hombre que, según la prensa, había irrumpido en la casa de su abuela.
Los hechos ocurrieron el sábado 29 de junio en la madrugada. Llamado por su abuela quien había “escuchado un ruido” en su casa, el agente, que no estaba uniformado y fuera de servicio, se presentó con su arma de fuego. Según 20 Minutos, primero llamó a sus compañeros de servicio para interrogar al intruso, que probablemente intentaba ocupar el alojamiento.
Luego, unos minutos más tarde, los llamó de nuevo, aunque aún no habían llegado, para decirles que le había disparado al sospechoso después de sentirse “amenazado”. 7 disparos, 6 de los cuales alcanzaron al hombre, que falleció.
El policía fue “remitido este lunes ante el juez de instrucción, solicitando la fiscalía la apertura de una investigación judicial por asesinato”. Un procedimiento extremadamente raro para un agente.
Este tirador policial podría haber intervenido sin arma, o simplemente esperar la intervención de sus compañeros uniformados. Prefirió actuar solo, arma en mano, y disparar 7 veces.
Esta muerte es consecuencia de una serie de medidas que permiten a los agentes de policía conservar sus armas, incluso fuera del trabajo. Durante el estado de emergencia de 2015, el gobierno autorizó a los agentes de policía a guardar sus armas en casa fuera del horario de servicio. Luego, al año siguiente, extendió el uso de armas de fuego fuera del marco de la autodefensa. Así, la policía obtuvo el derecho de disparar no sólo para defenderse, sino también para “defender un lugar bajo su responsabilidad”. En 2020, la “Ley de Seguridad Integral” permitió a policías circular armados en establecimientos públicos. En 2022, un decreto ofrecía viajes gratuitos en tren a los agentes de policía, pero con una condición: estos agentes debían estar armados en los trenes. Por lo tanto, a los agentes de policía no sólo se les permite, sino que se les anima a que les apunten con sus pistolas fuera del trabajo.
2019
Fuera del servicio, sucede cada vez más a menudo que las armas policiales crean peligro, lesiones y muertes. La noche del sábado 2 al domingo 3 de febrero de 2019, un agente de policía del BAC de Nantes que se encontraba en su casa salió a la calle con su arma tras haber sido “molesto por un ruido”. Y disparó a un hombre, hiriéndolo gravemente. Esto nunca habría sucedido si no le hubieran permitido quedarse con su arma. El mismo año, en Nantes, un policía fuera de servicio regresaba a su casa en motocicleta y con su arma. Se había caído de su vehículo de dos ruedas en el centro de la ciudad. Los asistentes a la fiesta le habían robado el arma que había caído al suelo.
2020
En abril de 2020, en Noisy-le-Grand, un suburbio de París, un agente de policía disparó su arma reglamentaria contra su vecino que estaba “haciendo ruido”. El hombre, gravemente herido en su propia casa, estuvo al borde de la muerte. En febrero de 2020, un agente del BAC de Toulon mató a su esposa con su pistola antes de suicidarse. Otros feminicidios o suicidios se han producido con armas reglamentarias en posesión de agentes policiales. En 2020, un agente de policía fuera de servicio disparó a Jean-Marie, un trabajador que estaba arreglando una farola, en la calle de Saint-Leu-la-Forêt. Al menor estallido de sangre, estos hombres tienen acceso a un arma.
2023
En julio de 2023, en el tren entre Annecy y París, un individuo agarró la pistola de un policía y disparó contra el vagón, afortunadamente sin causar heridos. La presencia de esta arma letal a bordo creó más peligro del que evitó. Y, por último, existe el riesgo de que los agentes fuera de servicio actúen solos, al margen de cualquier procedimiento y con las armas en la mano, como ocurrió en Saint-Denis hace dos días.
