Los recién llegados se suceden y se saludan cortésmente. Cómodamente sentados en mesas dispuestas en forma de “u” en una de las salas del edificio de la Comunidad de Municipios de Châteauneuf-du-Faou (Finisterre), los doce participantes del taller “evitar las estafas en línea” se ponen en marcha. “Me gustaría poder realizar compras en Internet con total seguridad”, afirma Martine, de 77 años. A su lado, Jean-François, de 71 años, se declara preocupado: su operador telefónico ha sufrido una filtración de datos y sus datos personales circulan por Internet.
Frente a ellos, Marion Bionaz y Christophe Lallouet asienten con la cabeza. Los dos empleados de “comcom” organizan periódicamente estas sesiones en esta ciudad de casi 15.000 habitantes. Si bien la presentación de diapositivas proyectada en la gran pantalla fue patrocinada por Orange, socio de la iniciativa, los talleres se basan sobre todo en el intercambio de experiencias. “Queremos desdramatizar la situación y mostrar que nadie está solo ante el riesgo cibernético”, explica con pedagogía el niño local. Su colega está de acuerdo: “Les apoyamos diariamente con procedimientos en línea y, por supuesto, también les hablamos sobre los reflejos correctos a adoptar. » Otras localidades de Francia como Le Trait (Sena Marítimo) o Saint-Brice-sous-Forêt (Val-d’Oise), también organizan este tipo de talleres.
Saber detectar riesgos
Cuando hablamos de phishing, esos mensajes no deseados que recibimos en el móvil o llamadas en frío, Gabriel reacciona con orgullo: “Descargué una aplicación que me muestra y bloquea ciertas llamadas sospechosas de ser spam. Esto me ahorra muchos trucos. » A su alrededor, varios anotan inmediatamente en sus libretas: Orange Telephone, Hiya, Truecaller… aplicaciones gratuitas.
Elija contraseñas seguras, actualice periódicamente, elimine las cookies de su ordenador, compruebe la dirección del remitente… Ante tantos riesgos, los consejos abundan. ¿Qué pasa con las compras en línea? “Compruebe atentamente la dirección del sitio y tenga cuidado con las ofertas de descuentos demasiado tentadoras”, repite Christophe. Annie sabe algo sobre esto: el año pasado compró dos perfumes por el precio de uno. Resultado: en su cuenta bancaria le cargaron 90 euros, pero su compra nunca fue entregada.
Es necesario un escenario: al final del cuestionario, la pregunta “¿Debo tener cuidado si quiero realizar una compra en el sitio https://amazone.fr?” » Pasa un ángel. De repente, Annie interviene: “¡Por supuesto! Amazon, normalmente no hay e”. Marion y Christophe sonríen: la formación ya está dando sus frutos.
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