La Reunión es una joya del Océano Índico. Conocida por ser un punto caliente de biodiversidad, la variedad de sus paisajes y el crisol cultural la convierten en una isla con paisajes impresionantes. Pero la isla “intensa” que promocionan los promotores turísticos se está desnaturalizando a un ritmo alarmante. Con más de 50.000 sobrevuelos de helicópteros al año, la Isla de la Reunión se ha convertido en la campeona de la contaminación acústica (ver informe de ACNUSA). Desde la mañana, los helicópteros y ULM generan tal contaminación acústica que resulta imposible tener 15 minutos de paz y tranquilidad.
Los sobrevuelos en helicóptero y ultraligero plantean grandes preocupaciones tanto para la salud de los habitantes de la Reunión como para el medio ambiente en un contexto de emergencia climática.
Con el aumento de los vuelos en helicóptero, es la salud de los reuniones la que se vende al perfil de placer de los más ricos. El ruido incesante de los helicópteros tiene consecuencias nocivas para la salud. Los estudios han demostrado que la exposición prolongada a niveles elevados de ruido puede provocar trastornos del sueño, ansiedad y otros problemas de salud. Sin embargo, en Reunión no se ha realizado ningún estudio sobre el impacto de la contaminación acústica en la salud humana. Se ha cuantificado el coste social del ruido en Francia: ¡147 mil millones de euros al año!
Bajo la presión de las asociaciones de defensa ciudadana, el departamento de aviación civil creó grupos de trabajo para las ciudades de Saint-Paul y Saint-Pierre. El objetivo es implementar una carta de buena conducta para los profesionales, con el fin de optimizar la trayectoria de los helicópteros y ULM para reducir la contaminación acústica para los residentes locales. Pero esta carta no impone ninguna obligación ya que es una simple recomendación basada en la buena voluntad de los profesionales. Por tanto, no hay ninguna garantía real para preservar la salud de los ciudadanos frente a esta contaminación acústica que sigue aumentando.
Además, resulta excéntrico considerar el interés de los vuelos turísticos en helicóptero frente a los compromisos asumidos por Francia en el marco de los Acuerdos de París.
En un momento en que el Estado francés legisla para una mayor sobriedad energética, la Reunión favorece el desarrollo de actividades de sobrevuelos motorizados que utilizan combustibles fósiles (https://www.reunion.gouv.fr/Publications/Participation-du-public/ Notice-of -apertura-de-consulta-publica/plan-de-servidumbre-aeronáutica-autorización-PSA-de-la- helistation-de-l-Hermitage). Recordemos, una y otra vez, que la lucha contra el cambio climático es una prioridad global, una cuestión vital, no una moda pasajera de unos pocos ecologistas ilustrados. Es crucial reducir nuestra huella de carbono. El Acuerdo de París exige esfuerzos concertados para limitar el calentamiento global. ¿Y qué puede ser más aberrante e irresponsable que emitir GEI (Efecto Invernadero) por simple ocio?
Para territorios insulares y tropicales como Reunión, el IPCC predice un aumento de la intensidad de los ciclones. Y un mayor riesgo de verlos acercarse a la isla. Una amenaza creciente que no parece hacer tambalear nuestras políticas públicas.
Por todas estas razones, asociaciones ciudadanas y ecologistas se movilizaron el domingo 1 de diciembre en varios lugares de la isla (Roche Merveilleuse en Cilaos, Crête des Salazes, Saline y St Pierre) para exigir una reducción drástica de los sobrevuelos de helicópteros y ultraligeros turísticos.
Attac La Réunion, ACSP, Ciudadanos por el Clima 974, Greenpeace La Réunion, Kolair 974, Nout Gayar Salazie, XR 974
Correo de lectores, helicóptero