Este artículo fue publicado originalmente en inglés.
Después de haber activado el 49.3 para aprobar su proyecto de financiación de la seguridad social, el primer ministro francés se enfrentará este miércoles al riesgo de una moción de censura.
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En Francia, la líder de extrema derecha Marine Le Pen afirmó el martes su intención de votar para censurar la ley sobre el presupuesto de la seguridad social defendida por Michel Barnier, con el fin de “proteger a los franceses” de una medida que considera “peligroso, injusto y punitivo”.
Michel Barnier no logra unir a la RN a su causa
Este lunes, el Primer Ministro francés invocó un mecanismo constitucional -el artículo 49.3- para forzar la aprobación de su controvertido presupuesto de seguridad social, tras no conseguir el apoyo de la Agrupación Nacional (RN).
Su propuesta de presupuesto apuntaba a reducir el déficit fiscal de alrededor del 6% del PIB al 5% el próximo año.
En un intento de unir a la RN a su causa, Michel Barnier hizo concesiones de último momento, en particular eliminando los aumentos del precio de la electricidad y reduciendo la cobertura sanitaria para los inmigrantes indocumentados. Un esfuerzo que resultó insuficiente.
La oposición es lo suficientemente fuerte como para derrocar al gobierno.
Marine Le Pen confirmó que su partido votará a favor de la moción de alianza de izquierda, que contará con suficiente apoyo de la izquierda y la extrema derecha unidas para derrocar al primer ministro.
Sería la primera vez en más de sesenta años que un gobierno francés sería derrocado mediante una votación de este tipo, lo que convertiría a Michel Barnier en el primer ministro con menos tiempo en el cargo desde 1958.
Michel Barnier fue designado por el presidente francés Emmanuel Macron en septiembre pasado para romper el estancamiento en la Asamblea Nacional y abordar el déficit galopante del país.
Mientras varios miembros de la oposición exigen la salida de Emmanuel Macron, el presidente calificó sus pedidos de dimisión como “ficción política” y aseguró que no se plantearía abandonar el Elíseo antes de que finalice su mandato en 2027.
El impasse presupuestario dañó el mercado de valores francés en las últimas semanas y empujó brevemente los costos de endeudamiento de París por encima de los de Grecia por primera vez en la historia.
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