Publicado el 29 de junio de 2024 a las 20:31 horas. / Modificado el 29 de junio de 2024 a las 20:32 horas.
El Olympiastadion de Berlín es un lugar lleno de historia. El más glorioso a la vez que el más oscuro, que recuerda a una campana oxidada estampada con la esvástica. Aquí, Italia se coronó campeona del mundo en 2006. Aquí, el nombre de Jesse Owens está grabado en el mármol de una columna del estadio. Aquí, la selección suiza logró, el sábado 29 de junio en los octavos de final de la Eurocopa 2024, una actuación que pasará a la historia.
La Nati se clasificó para cuartos de final al dominar por 2-0 (1-0) a Italia, vigente campeona de Europa, a un rival al que no vencía en competición oficial desde hacía 31 años. Lo más loco es que esta victoria es total, lógica, indiscutible, y que los numerosos aficionados suizos (que habían ganado el partido desde la grada) pudieron disfrutarla mucho antes del pitido final. La sensación previa al partido no era engañosa: sí, Suiza es ahora realmente un mejor equipo que Italia.
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