lo esencial
Después de un año excepcional dedicado a la restauración de Notre-Dame de París, la empresa Dagand Atlantique con sede en Bressols (Tarn-et-Garonne) pasa página de este proyecto emblemático. Entre el orgullo por el trabajo realizado y los desafíos diarios en un sector en dificultades, sus artesanos demuestran una experiencia extraordinaria.
Con motivo de las ceremonias de inauguración de la catedral de Notre-Dame de París, la compañía Dagand Atlantique reabre su álbum de recuerdos. Orgullo y emoción son las dos palabras que aparecen con más frecuencia en la historia de Florent Damiani, director de esta empresa especializada en la restauración de monumentos históricos y patrimonio antiguo. “Cerca de veinte empleados realizaron misiones a lo largo de un año. Nuestra misión consistía en limpiar los restos de plomo de las piedras de la catedral y cambiar las losas del tejado, trabajando ventana por ventana”, explica hoy nuestro jefe de Bressolais. Orgulloso de haber participado en la obra del siglo, un momento extraordinario en mi carrera.”
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Sin embargo, es necesario pasar página y volver a la vida cotidiana de la empresa, que lucha por conseguir contratos en un momento en el que los pedidos públicos son cada vez más escasos, especialmente en el patrimonio antiguo. El fin de semana pasado, ningún empleado de Dagand pudo acudir a la catedral y responder a la invitación del Presidente de la República. Ninguno estará tampoco en París durante los dos días dedicados a la reapertura del edificio. Un poco por modestia pero también por la necesidad de pasar página: “Hemos vivido un año extraordinario de construcción, conociendo a muchos artesanos altamente cualificados. La organización de este trabajo sigue siendo una experiencia inolvidable para nosotros. Cuando vemos las imágenes de la catedral en la televisión, nos da un poco de tristeza decir que se acabó, admite Florent Damiani. Después de haber tenido el privilegio de vivir en la catedral y de tener la sensación de que nos pertenecía, tenemos un poco de nostalgia de devolverla. al público. Todos esperamos que a los visitantes les guste”.
Un proyecto extraordinario entre modernidad y saber hacer ancestral. Ingenieros, jefes de equipo, acompañantes… los 2.000 participantes forman parte de la crema nacional de la restauración de monumentos históricos. Si se habrán utilizado las tecnologías más avanzadas para seleccionar las piedras según su composición para elegir sólo las más resistentes, Dagand habrá podido poner en valor toda su experiencia en el sellado con plomo, una técnica ancestral para sellar perfectamente las uniones entre las piedras. piedras.
Después de la magnífica aventura de Notre-Dame de París, Dagand se centra ahora en las licitaciones, menos prestigiosas pero imprescindibles para su futuro.
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