En un instituto de Saint-Denis, Lucie* sufrió quemaduras en las piernas tras una sesión de depilación láser. Hoy está marcada por esta experiencia y busca una compensación.
La sesión de depilación se realizó hace más de dos semanas y aún así las marcas siguen siendo muy visibles. La depilación con luz pulsada no le fue bien a Lucie*: “Me quedé en shock, me cuesta entender lo que pasó. Para mí hubo un problema y decidí volver al instituto. La conversación fue muy complicada, estaban más en intimidación. Me dijeron que conocían a la policía, que Si presentaba una denuncia, no iba a ganar”.
A pesar de la “intimidación”, Lucie* presentó una denuncia por “lesiones no intencionadas”, las quemaduras también fueron constatadas por un dermatólogo.
Por su parte, el instituto en cuestión niega cualquier mala práctica y cree que fue el sol el que provocó las marcas. De hecho, se recomienda encarecidamente no exponerse al sol después de una sesión:
« Tratamos las piernas enteras de esta persona y solo en la espalda aparecieron las quemaduras. Si el dispositivo se hubiera ajustado incorrectamente, le habrían quedado marcas por todas partes. Este es un problema de exposición al sol. », estima el directivo.
El instituto también se defiende de cualquier presión sobre su cliente.
* Alias.
