La ceremonia prevista para este domingo está marcada por el reconocimiento oficial de este trágico episodio por parte de Francia y la participación de varios jefes de Estado africanos y del ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot.
Este domingo 1 de diciembre de 2024, Senegal conmemorará el 80º aniversario de la masacre de fusileros senegaleses ocurrida en Thiaroye el 1 de diciembre de 1944. Esta ceremonia se desarrolla en un contexto marcado por el reconocimiento oficial de este trágico episodio por parte de las autoridades francesas. .
El presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye, anunció el jueves que había recibido una carta del presidente francés, Emmanuel Macron, en la que éste reconoce que “ es una masacre “. Aunque este reconocimiento aún no va acompañado de una disculpa oficial, representa un notable paso adelante en la colaboración entre Dakar y París para arrojar luz sobre este evento.
Se espera que los líderes africanos asistan a este evento. El jefe de la diplomacia chadiana representará al presidente de la República de Chad, Mahamat Idriss Deby Itno, durante la ceremonia conmemorativa prevista para el domingo en la capital senegalesa. La presidencia senegalesa indicó también que los presidentes de Gambia, Adama Barrow, y de Guinea-Bissau, Umaro Sissoco Embaló, llegaron el sábado a Dakar para participar en este evento. A su llegada al aeropuerto militar Léopold Sédar Senghor, fueron recibidos por el presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye.
Francia estará representada durante esta conmemoración por su Ministro para Europa y de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot.
El programa de conmemoración en Thiaroye incluye varias etapas: en el cementerio, bienvenida a los jefes de Estado y delegaciones, colocación de ofrendas florales y exposición sobre las hazañas de los fusileros; en el campamento militar, discursos, declamaciones poéticas y representaciones artísticas; y finalmente, en el Grand Théâtre, una adaptación teatral de la obra Amanecer africano.
El objetivo de este evento es revivir la memoria de los fusileros senegaleses e inscribir su historia en la conciencia colectiva africana, en un espíritu de unidad y solidaridad.
Descrita como un “motín” por los archivos oficiales franceses, la masacre de Thiaroye fue en realidad una represión sangrienta contra soldados africanos desmovilizados que reclamaban sus derechos después de la Segunda Guerra Mundial. Según la historiadora francesa Armelle Mabon, las cifras oficiales minimizan deliberadamente la magnitud de la tragedia, una estrategia destinada a preservar la imagen de una Francia libre.
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