Mientras decenas de miles de zorros mueren cada año en Suiza, una joven pareja transforma su piel en artículos de moda, planteando el debate entre la lucha contra el desperdicio y las cuestiones éticas.
En Suiza, cada año se matan 20.000 zorros para regular la población y 10.000 mueren por otras causas, como accidentes de tráfico o enfermedades. Ronja Stöckli, de ChasseSuisse, la asociación de cazadores de Suiza, señala que la caza del zorro es necesaria: “El zorro puede adaptarse de forma óptima a los cambios. Por lo tanto, puede vivir perfectamente en un entorno urbano”. En el campo, el zorro pondría en peligro a otras especies de caza y transmitiría enfermedades a humanos y animales.
Julia Zhorzel, de la organización protectora de animales Peta, opina por el contrario que “el zorro es una especie de policía sanitario del bosque. Al matar y ahuyentar a los animales enfermos y débiles, ayuda a frenar la propagación de enfermedades, permitiendo así”. Mantener el equilibrio natural del bosque.
Desperdicio “incomprensible”
De todos modos, la caza del zorro interesa a Dennis y Alice, quienes hacen ropa con las pieles. Caza ocasionalmente, mientras su compañero trabaja como estilista. La idea de su colección surgió cuando Dennis se dio cuenta mientras cazaba: “Cuando comencé a cazar, descubrí que la mayoría de las pieles de zorro se quemaban”, explica. “Para mí era incomprensible tirar material de tan alta calidad”.
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Desde su primer encuentro con Alice, Dennis planteó la idea de crear ropa de piel de zorro. Alice, que entonces estudiaba diseño de moda y sabía mucho sobre pieles, al principio se mostró escéptica, pero la idea le pareció interesante. Juntos, la joven pareja comenzó a desarrollar los primeros prototipos y a fotografiar las muestras. Hoy están a punto de lanzar su propio negocio.
El prototipo de chaqueta de piel que hicieron Alice y Dennis está hecho de ocho zorros sacrificados. El precio, por tanto, será elevado: una piel curtida cuesta 100 francos, lo que eleva el coste de los materiales de la chaqueta a 800 francos. A esto se suma el trabajo de peletero, profesión cada vez más escasa. Alice y Dennis no pueden hacer este trabajo ellos mismos porque requiere una amplia formación.
asumir la responsabilidad
Según Dennis, el uso de pieles todavía está muy estigmatizado, especialmente debido a las granjas peleteras. “No queremos apoyar la tortura de pieles, sino que trabajamos exclusivamente con el zorro rojo suizo procedente de la caza.” Es importante explicarle a la gente qué hace que un pelaje sea bueno y malo.
Para la organización protectora de animales Vier Pfoten, sin embargo, no hay pieles buenas o malas: “Usar pieles de zorro durante la caza puede reactivar la aceptación y la demanda, haciendo que las pieles auténticas vuelvan a ser más asequibles y aceptables”, mientras que el público no puede saber si las pieles proceden de crianza cruel.
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Dennis y Alice son conscientes de su responsabilidad. “Pero ponemos límites claros: no hay más zorros suizos que los que hay”, explica Alice. Y añadió: “Tampoco queremos llegar a un gran público con nuestra ropa”.
Aunque hoy en día muchas marcas de moda apuestan por las pieles sintéticas, Dennis está convencido de que la piel de zorro suizo es una opción más sostenible. Es un producto natural que, en teoría, puede regresar fácilmente al bosque después de su uso. “Si usáramos piel sintética, sería como tirar plástico al bosque”, explica. Además, los materiales animales tienen una vida útil mucho más larga y son de mejor calidad.
Reacciones de quienes te rodean
Al principio, quienes rodeaban a Alice reaccionaron con consternación ante su idea: “Mi mejor amiga, que es vegana, quedó muy decepcionada”, dice. Pero la opinión de esta amiga cambió cuando miró más de cerca la colección y finalmente descubrió que era mejor usar la piel que desperdiciarla.
“Entiendo que la gente tenga reservas”, explica Alice. “Sólo hay que sacar el tema y hablar de ello. La mayoría de las veces, después no quedan tan horrorizados”.
Léa Bloch (SRF)