Bar-le-Duc (Mosa), corresponsal especial.
Seguramente el recorrido se ha establecido con la policía, que esta tarde hace el papel de escoltas de la Coordinación Rural, pero no faltan símbolos. Fue frente a la escuela secundaria agrícola de Bar-le-Duc (Mosa) donde se reunieron este jueves una veintena de tractores de productores del Mosa, miembros del sindicato agrícola. Una forma de alarmarse, metafóricamente, por el futuro de la agricultura en Francia.
Este año, las cosechas están en su punto más bajo, los rebaños son víctimas de epidemias y el acuerdo de libre comercio que está surgiendo entre la Unión Europea y el Mercosur promete la desaparición de cientos de explotaciones ganaderas. Con su gorra amarilla con la imagen del sindicato, históricamente antiliberal y de derechas del espectro político, Christophe Lepage está furioso. “La raíz del problema es que nos somos exigentes y dejamos entrar productos sin trazabilidad. Esto será aún más pronunciado con el Mercosur. Yo quiero respetar las normas, pero sólo si las imponemos también a otros países”.exclama.
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