lo esencial
El temor a un conflicto nuclear está empujando a ciertos países, como Alemania, a inventariar sus refugios nucleares. Pero ¿qué pasa con Francia? ¿Cuántos búnkeres tenemos y podrían usarse en caso de ataque?
La amenaza nuclear de Rusia hace estremecer a algunos países europeos. El 19 de noviembre, un decreto firmado por Vladimir Putin modificó la doctrina nuclear rusa, autorizando el uso de armas nucleares en caso de un ataque masivo al territorio ruso.
Lea también:
Guerra en Ucrania: búnkeres, muros, bases antimisiles… estos países europeos que quieren protegerse de una invasión rusa
En respuesta, varias naciones europeas se están preparando para esta eventualidad. Alemania, por ejemplo, ha lanzado un inventario nacional de sus búnkeres e infraestructura que pueden servir como refugios. Una vez localizados, estos lugares quedarán registrados en una base de datos digital accesible a los ciudadanos a través de sus teléfonos móviles. Actualmente, Alemania cuenta con 600 búnkeres públicos con capacidad para unas 500.000 personas, una capacidad insignificante para un país de 83 millones de habitantes.
Lea también:
Guerra en Ucrania: por qué Vladimir Putin firmó una ley destinada a borrar las deudas de los soldados enviados al frente
Otros países europeos, como Suiza, Polonia y Suecia, no esperaron a esta escalada para actuar. Suiza, a menudo citada como ejemplo en términos de preparación civil, tiene capacidad suficiente para albergar a toda su población. Por el contrario, Francia parece ser un mal estudiante.
Una capacidad de alojamiento de sólo el 4%
En Francia, los búnkeres siguen siendo incluso difíciles de identificar. Muchas de estas estructuras, en su mayoría de la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Fría, han sido rehabilitadas o abandonadas. Según Artemis Protection, empresa especializada en la construcción de refugios nucleares entrevistada por TF1, Francia cuenta con alrededor de mil búnkeres: 600 para uso militar y 400 para uso privado. Esto representa una capacidad de alojamiento de sólo el 4% de la población francesa.
Lea también:
ENTREVISTA. Guerra en Ucrania: “En el hospital de Dniéper nos enfrentamos al horror de la guerra”, dice un neurocirujano de Toulouse
La debilidad de las infraestructuras civiles en términos de protección antiatómica ya había sido señalada en 2023 por Olivier Paccaud, senador por Oise. Interrogó a Sébastien Lecornu, entonces ministro de las Fuerzas Armadas, sobre “la escasa capacidad de los refugios subterráneos destinados a proteger a la población en caso de conflicto armado nuclear”. El senador recordó que en 2017, Francia tenía sólo un millar de refugios, la mayoría construidos en los años 80, una cifra que calificó de “debilidad significativa”.
En aquel momento, Élisabeth Borne, entonces Primera Ministra, reafirmó la confianza del gobierno en la estrategia francesa de disuasión nuclear. Según ella, este sistema es suficiente para prevenir cualquier conflicto nuclear importante. Sin embargo, desde el inicio de la invasión de Ucrania, la demanda de búnkeres individuales se ha disparado en Francia con un fuerte aumento de la demanda por parte de particulares.