¿La dualidad entre Soorts y Hossegor es una característica heredada de un desarrollo a dos ritmos?
Creo que no deberíamos oponer los dos distritos de Soorts por un lado y Hossegor por el otro. Algunas personas en las redes sociales consideran que no me ocupo de lo que llaman “los barrios del norte” (la ciudad de Soorts, ndr). Pero no creo que hayan visto nunca los “barrios del norte” de ninguna ciudad.
Es cierto que históricamente la cultura de Soorts no es la cultura de Hossegor, pero creo que la brecha se está acortando y que el objetivo, el de vivir bien para 4.000 personas en un lugar extremadamente preservado, es el mismo en Soorts o Hossegor. Tenemos los medios para encontrar soluciones, mucha gente que se instala aquí viene de otras regiones, los más jóvenes suelen vivir en Soorts porque el precio del metro cuadrado es más asequible.
Pero todo el mundo vive en una aldea global, y el carril bici que acabamos de crear entre ambas es un ejemplo de ello. Es muy simbólico, pero es muy importante. En Hossegor, las casas secundarias se convierten en residencias principales y mi objetivo es encontrar proyectos estructurantes para todos, durante todo el año.
En los últimos diez años, Soorts-Hossegor se ha transformado por completo. ¿Cómo crecer sin perder el alma?
He vivido aquí todo el año durante doce años y vengo aquí desde hace treinta y cinco años. La ciudad se ha transformado completamente, es cierto. Antes, de octubre a abril, sólo teníamos como restaurantes el Océanique y el Café de Paris.
Creo que la evolución del pueblo se ha dado a varios niveles: la industria del surf, la llegada de nuevos habitantes con los hábitos y exigencias de las grandes ciudades, con muchos servicios. También creo que la población que viene de vacaciones ya no se limita a julio y agosto, sino que también viene en abril, mayo u octubre.
También hay golf, actividades acuáticas, la demanda ha creado necesidades y las aperturas durante todo el año se han multiplicado. Desde el punto de vista urbanístico, la ley de Artificialización Cero del Territorio, las normas de Sitios Patrimoniales Destacados (SRP) nos protegen de proyectos nocivos, nos exigen proteger el medio ambiente.
¿La implantación de 30 km/h en el centro de la ciudad, con el lema de “ciudad pacífica”, cumple con las expectativas en términos de viajes y transporte?
De hecho, es un experimento que estamos montando y, como cada vez que imponemos un cambio, hay debate. Sobre todo, observo que muchas ciudades de nuestro entorno se dejan seducir y avanzan con el mismo pensamiento. Debemos dar a los usuarios una sensación de calma y seguridad, y favorecer modos de viaje suaves siempre que sea posible. Haremos balance en otoño.
