Desde principios de año, han caído cinco árboles en el arboreto Sédelle, en Crozant, al norte de Creuse. Los suelos están especialmente sueltos debido a las lluvias. Los árboles son frágiles ante las ráfagas de viento.
Un roble de 200 años cayó a finales de noviembre bajo el impacto de ráfagas de viento. Consecuencias de la tormenta Bert. Desde principios de año, Cinco árboles cayeron en el arboreto Sédelle de Crozantal norte de Creuse. “Temo las próximas tormentaspreocupa Philippe Wanty, copropietario del arboreto junto con su esposa, Nell Wanty. Sobre todo porque cada vez que un árbol cae, se hace un agujero, es una corriente de aire y es un efecto dominó.“
Las sucesivas sequías han debilitado los árboles, que se vuelven más sensibles a la lluvia y al viento. “Ya no tenemos invierno, los insectos proliferan y los árboles sufren más enfermedades“, especifica Philippe Wanty. Para los propietarios, es por tanto un año difícil y el signo que debemos preocuparnos por el cambio climático. También están realizando pruebas, en sus terrenos, con especies de árboles provenientes de México”,que se adaptan muy bien a nosotros, por eso hay esperanza“, concluye Philippe Wanty.
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