Sabíamos que el expediente era complejo y que un elemento externo podría complicar la ecuación en este momento… Se trata de la concesión del Estadio de Francia que se adjudicará a principios de año. Susurra que el partido que se desarrolla en el campo de Saint-Denis podría influir en el futuro de Matmut de Bordeaux Nord.
1 En París y Burdeos, un accionista común
El Estado, propietario del Estadio de Francia situado en Saint-Denis, inició un doble procedimiento en marzo de 2023 para venderlo o reasignar la actual concesión en poder del consorcio Vinci/Bouygues (dos tercios, un tercio respectivamente). La idea de venta fracasó por falta de un candidato serio. Sólo quedan dos ofertas en liza: la del actual concesionario y una segunda propuesta del grupo de eventos GL Events, con sede en Lyon. El Estado deberá decidir a finales de 2024 o principios de 2025. La nueva concesión, con una duración de treinta años, deberá firmarse a principios de abril de 2025.
Es en el aspecto de los conciertos donde “un cambio en el Estadio de Francia podría tener repercusiones”, explica un tornero de la región.
Un expediente donde encontramos a uno de los accionistas de Matmut Atlantique, en este caso Vinci asociado en Burdeos a Fayat. El grupo también adquirió una filial de eventos, el Vinci Stadium. Ella gestiona una red de cinco estadios: el Estadio de Londres, el Estadio de Francia, el Allianz Riviera de Niza, el estadio de Le Mans y el de Burdeos. El Estadio de Francia es el buque insignia de esta filial que gestiona toda la sección de conciertos y ofrece las distintas instalaciones a su disposición. Entre ellos Matmut, que ha visto desfilar a algunos grandes nombres: Mylène Farmer, Depeche Mode, Indochine… Si el mercado parisino se escapara de Vinci, las cartas de esta filial se reorganizarían.
2 El Matmut todavía canta
“No se espera ningún impacto particular de este mercado. Somos entidades independientes. También hay que tener en cuenta la composición de nuestros accionistas: Vinci está asociado con Fayat”, indica Elisa Leroy, responsable de comunicación del Stade Bordeaux Atlantique (SBA, el operador del estadio). El descenso a los infiernos de los girondinos no supuso la muerte de la actividad en Matmut. La SBA registra excelentes cifras de actividad “corporativa”: seminarios, organización de congresos, etc. “Los Girondinos, aunque descendidos, conservan un aura muy poderosa debido a su historia. La situación deportiva no perturbó la actividad”, continúa.
Es cierto que Matmut se beneficia de una especificidad cuyo alcance sorprendió a muchos. A pesar de los reveses, existe efectivamente un “pueblo girondino”. Cada partido en casa atrae entre 10.000 y 12.000 personas. Nunca antes visto en el Nacional 2, que expresa el patrimonio y lugar popular del club. Matmut sigue siendo un estadio coronado por la leyenda deportiva del club. El ámbito concertístico atraviesa un período de calma desde hace varios meses.
“Es en este aspecto donde un cambio en el Estadio de Francia podría tener repercusiones”, explica un tornero de la región. Hoy en día, la puerta de entrada a los grandes nombres está en París y el catálogo ofrece una grilla del país con distintos anchos, al sureste hasta Niza, al oeste hasta Burdeos…”. En cuanto a eventos deportivos, Matmut entró en la lista de “estadios bonitos” después de albergar las semifinales del Top 14, los Juegos Olímpicos, la Copa del Mundo de Rugby, etc.
3 Estadio del Girondins, un futuro incierto
“Ahora todo el mundo ve que algo está pasando. A finales de año sabremos si el Girondins puede remontar. Esto determinará parte del futuro. Tememos un efecto dominó si Vinci ve que se le escapa la concesión del Stade de France, lo que no facilitará nuestra tarea en una discusión ya muy dura entre Metrópolis y la SBA”, teme un funcionario electo del Metropolitan.
En el fondo, la renegociación de la asociación público-privada que vincula a Bordeaux Métropole, el propietario, y SBA, el operador. La interpretación jurídica de la comunidad y de la filial Vinci/Fayat difiere. El Metropolis considera que sigue siendo válido, a pesar del descenso al nivel amateur. La empresa lo considera obsoleto. Una batalla legal está en marcha. Es muy probable que los tribunales tengan que arbitrar la disputa. Antes del desastre deportivo del club, las hostilidades ya estaban en marcha.
Estructuralmente deficitaria, la SBA, que ha perdido 20 millones de euros desde 2016, ha pasado los últimos años queriendo revisar un contrato particularmente favorable a la comunidad, blandiendo la amenaza de declararse en quiebra. Una conciliación iniciada a finales de 2023 fracasó. Sin siquiera integrar el destino del Stade de France en los términos de la ecuación, el futuro de Matmut, como el del Girondins, sigue siendo incierto.