Un automovilista cuenta las horas que pasó en la carretera, entre Vignory y Provencheres-sur-Marne. Sin enfado, pero sin entender por qué ni él ni sus compañeros de desgracia fueron nunca informados de lo que estaba pasando. Sin embargo, la sensación de ser tomado en consideración hubiera sido bienvenida. Testimonio.
“El jueves 21 de noviembre son las 21:15. Después de conducir con precaución desde Bolonia en dirección a Saint-Dizier por la RD 520 (antigua RN 67), nos encontramos atrapados cerca de Vignory, entre los dos radares.
Paciencia, nos decimos a nosotros mismos. La carretera debe estar despejada, es una simple incidencia, está todo previsto, verdad, todas las previsiones meteorológicas anuncian este episodio de nieve desde el domingo, es imposible no estar al tanto.
Bueno, creer que si…
Estuvimos atrapados 1 hora 30 minutos sin la más mínima información; vimos pasar un camión de salazón. Una, dos, tres veces, va y viene por el carril izquierdo… En el horizonte, no hay ningún vehículo equipado con un triángulo luminoso o una pantalla trasera, de esos que últimamente no los echan de menos. Aún quedaban seis de ellos siguiendo al que trazó la línea blanca en la autovía cerca de Gudmont para que los usuarios no circularan sobre la pintura húmeda.
Los automovilistas se muestran impacientes, aquí están detrás del esparcidor de sal. Y ahora “empieza”… Poco a poco, subimos la colina de Vignory; normalmente hay dos rutas para subir.
Ahora descendemos hacia Provencheres-sur-Marne, sin incidentes, la carretera está despejada, todos estamos atentos.
Pero aquí nos detenemos en la rotonda, donde está parada una fila interminable de vehículos pesados que venían de Saint-Dizier y se dirigían hacia Chaumont. Su cohorte llega al restaurante Tip-Top en la autovía de Gudmont. Nos preguntamos el por qué de esta situación.
Finalmente, a nosotros “funciona” y desde este cuatro carriles conducimos correctamente, la carretera está bien limpia de nieve.
El hecho es que seguimos preguntándonos por qué puntos clave –Provencheres, Vignory– no fueron “salados” como prioridad. Los camiones para hacerlo aparecieron mientras “rodaba”.
Si las condiciones del tráfico fueran excepcionales, si naturalmente se requiriera paciencia, incluso si hiciera frío, habríamos vivido este episodio con más tranquilidad estando informados. Y saber que el Departamento, que asumió la gestión del RD 520 (antigua RN 67), nos estaba cuidando hubiera sido bienvenido. “
Comentarios recogidos por Fabienne Ausserre