Por segunda vez en dos años, Jean-Pierre Bellemare heredó una etiqueta reservada a los peores criminales, la de “delincuente peligroso”. Pero esta vez evita una sentencia “indeterminada”. En cambio, el juez lo condenó el viernes a 12 años de prisión por dos agresiones sexuales extremadamente brutales.
Publicado a las 17:09
Desde que un jurado lo declaró culpable, el hombre de 58 años sigue haciéndose pasar por “víctima” del sistema y minimizando las consecuencias de sus actos. Según él, los ataques cometidos contra sus víctimas fueron el resultado de una simple “combinación de circunstancias” y duraron “sólo dos minutos”. Incluso acusa a las víctimas de haber sido “arrogantes” con él.
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En 2018, Jean-Pierre Bellemare ingresó en el Centro Emmanuel-Grégoire, un centro de rehabilitación en el este de Montreal, donde ya había estado alojado. Luego amenazó a dos jóvenes empleadas con un arma de fuego cargada. Hizo múltiples gestos sexuales a las mujeres y luego les roció la cara con gas pimienta.
Una auténtica pesadilla para estas dos mujeres. Una de ellas dijo en el juicio que pensaba que moriría ese día. Shock postraumático, hipervigilancia, ansiedad, disociación, etc. : las consecuencias para las víctimas fueron “catastróficas”, subrayó el viernes el juez Daniel Royer en el tribunal de Montreal.
La Corona exigió que fuera declarado delincuente peligroso y condenado a un “período indeterminado”. Este es el castigo más severo excepto la cadena perpetua. En la práctica, las posibilidades de salir son escasas.
Sin embargo, Jean-Pierre Bellemare ya fue condenado a un “período indeterminado” en noviembre de 2022 por haber participado en el secuestro de una niña de 12 años que esperaba el autobús en Sutton. Pero como el Tribunal de Apelación aún no se ha pronunciado, la Corona reiteró su petición. Cabe señalar que este secuestro se produjo unas semanas después de las agresiones sexuales.
Para el juez Royer, esa sentencia equivale a “tirar la toalla” al infractor. Sin embargo, ciertos elementos, entre ellos su remordimiento y el hecho de que era un activo para la sociedad, dan al juez esperanzas en una posible rehabilitación de Jean-Pierre Bellemare. Por ello impone una severa pena de 12 años de prisión, acompañada de una supervisión de larga duración de 10 años.
Según los expertos, Jean-Pierre Bellemare presenta, no obstante, un riesgo “muy alto” de reincidencia violenta. Muestra un trastorno de personalidad con elementos narcisistas y antisociales y exhibe rasgos psicopáticos.
Dicho esto, durante años Bellemare se comportó como un ciudadano normal. Ante los expertos explicó que el “elemento detonante” de su desliz criminal fue la pérdida de su empleo sufrida tras su participación en el espectáculo. Segunda oportunidad en 2016.
“No está completamente perdido. Tienes la oportunidad de recuperarte. Espero que lo retire”, concluyó el juez Royer. “Gracias, señor juez”, respondió Bellemare.
Jean-Pierre Bellemare sigue a la espera de juicio por un caso de allanamiento de morada.