El tribunal penal de Var condenó el viernes a Julien B., de 38 años, a 20 años de prisión, la pena máxima, por violar periódicamente a su hija adolescente y entregarla a desconocidos que la violaban.
En este caso que, en algunos aspectos, recuerda el de las violaciones de Mazan juzgadas en Aviñón, el único de estos violadores identificados por los investigadores, que parecía libre, fue condenado a 16 años de prisión penal, con orden de prisión preventiva. . en la barra. Condenas de conformidad con las solicitudes de la fiscal general, Estelle Bois.
Desde el miércoles, el proceso pone de relieve el control de Julien B. sobre su hija, sobre la que ejercía un control absoluto y a la que imponía relaciones sexuales muy frecuentes desde los 13 años.
La joven tuvo que someterse a los deseos de estos hombres, en presencia de su padre.
También la llevó a otros hombres, a menudo mucho mayores, reclutados en sitios de anuncios clasificados como Wannonce, donde se presentó a sí mismo y a su hija como una pareja de jóvenes adultos que buscaban satisfacer una fantasía. Con los ojos vendados, la joven tuvo que someterse a los deseos de estos hombres, en presencia de su padre, quien dirigió, participó y filmó.
Si bien reconoció los hechos, el padre aseguró que mantuvo una relación sentimental con la adolescente y sostuvo que solo había cedido a sus pedidos. “No se trata de amor, se trata de poder y dominación. Él no ama (a su hija), le gusta tener todo el poder sobre ella, que le pertenezca, que le obedezca”, insistió Estelle Bois.
El fiscal general también tuvo palabras muy duras hacia los otros acusados, identificados gracias a la geolocalización de una de las numerosas fotografías y vídeos pornográficos de la joven, imágenes encontradas en los dispositivos del padre.
Este sesenta años, padre de seis hijos, afirmó haber quedado atrapado, asegurando que no dudaba de la historia de la fantasía de dominación de dos jóvenes durante sus tres primeros encuentros y de haberse sentido abrumado durante el último, incluido Los investigadores encontraron un vídeo que calificaron de “sórdido”.