Las autoridades italianas se han hecho con un gran cargamento de 24 toneladas de neumáticos usados destinados al mercado senegalés. Esta operación, realizada conjuntamente por los carabineros de la unidad ecológica de Grosseto y la aduana de Livorno, tuvo lugar el pasado martes en el puerto de esta ciudad toscana.
Los 2.142 neumáticos usados incautados estaban amontonados de forma anárquica, comprimidos hasta el punto de comprometer su estructura y seguridad. Según un responsable de la operación citado por L’Observateur, estos neumáticos estaban “inutilizables y representaban una amenaza para la seguridad vial”. Calificados como residuos especiales, estos neumáticos no respetaban las normas de almacenamiento y exportación impuestas por la legislación italiana. Su envío a Senegal podría haber tenido graves consecuencias, especialmente en términos de seguridad vial y gestión medioambiental.
La incautación fue posible gracias a un informe fiable sobre este cargamento. Los investigadores descubrieron que el exportador, un empresario italiano especializado en el reciclaje de plásticos, está involucrado en varias infracciones graves.
Se le acusa de gestión y tráfico ilegal de residuos, violación de los artículos 256 y 259 de la ley medioambiental italiana, así como de falsificación de documentos públicos. Las autoridades italianas planean procesar a este empresario por sus actividades ilegales, que también plantean preocupaciones sobre el destino final de estos neumáticos usados.
El caso pone de relieve un problema creciente de transferencia de residuos de países desarrollados a países en desarrollo como Senegal. Estos neumáticos usados, a menudo importados con el pretexto de su reutilización, acaban convirtiéndose en residuos de difícil gestión.
No sólo aumentan los riesgos para la seguridad vial, sino que su eliminación inadecuada también puede generar impactos negativos en el medio ambiente, en particular a través de la contaminación del suelo y el agua, y un mayor riesgo de incendios en los vertederos.
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